El doloroso testimonio de una madre sobre el ascenso en el mundo narcocriminal de su hijo, un adolescente descuartizador integrante de una organización delictiva en Guayaquil (Guayas), que ha sido declarada como objetivo militar del Estado, ha causado impacto en Ecuador.
En el programa Televistazo, una mujer, cuya identidad no fue divulgada, se refirió al cambio "brusco" y "de la noche a la mañana" que percibió en su familiar, al que tenía como "un muchacho bueno, estudioso". La progenitora ha aseverado que preferiría verlo muerto antes de que siga haciéndole daño a otras personas.
Para hablar de sus inicios en la delincuencia, relató que el joven, de 16 años, empezó a consumir drogas. "Yo simplemente llamaba la atención, pero no podía profundizar más allá por el sistema del miedo, porque él pertenece a una famosa banda de Los Tiguerones", un grupo narcocriminal, que es objetivo militar del Estado ecuatoriano.
Entre las reveladoras confesiones de la entrevistada, está el asombroso momento cuando su propio hijo la amenazó de muerte.
"Unos tres meses atrás, me dijo que yo merecía (ser) 'matada'", y a continuación se refirió al instante cuando su hijo le quitó el seguro a su arma y le preguntó a varios sujetos que delinquen con él. "'Dime, causa, ¿la detono o no la detono?'".
¿Cómo se hace un criminal?
Sobre cómo ocurre el ascenso dentro de la organización criminal, expuso que el adolescente comenzó con el robo, luego vendió drogas y actualmente participa en secuestros y descuartizamientos.
Expresó su opinión sobre por qué su hijo tome parte en los desmembramientos: "Lo hacen para que vean que así como le hacen a las personas, les harán a ellos en el momento en que digan que no quieren continuar o que se les vaya la lengua".
"Cuando alguien participa de un descuartizamiento, ya no hay vuelta atrás, ahí prácticamente se acaba la vida del ser humano", aseveró y agregó que en el momento cuando alguien agarra un machete o una sierra, "ya no tiene más salida".
Una vez que los delincuentes secuestran, "las cosas son totalmente diferentes" porque si son capturados por la Policía deben morir. No pueden delatar a los otros miembros de la banda criminal porque en la cárcel los asesinarán.
En ese camino sin retorno de la criminalidad, según manifiesta, los miembros de Los Tiguerones, para llegar a tener poder, deben seguir cometiendo más homicidios "hasta el punto que venga uno y lo mate a él primero".
Como parte de su escalofriante testimonio, agregó una confesión mucho más aterradora:
"Yo, sinceramente, como madre y como ser humano, deseo que él desaparezca de la faz de la tierra. Le he dicho a dios que traje seres humanos para vivir, hacer bien, aunque no tenga que contribuir mucho, pero que no le haga daño a nadie. Prefiero mil veces verlo muerto antes de que siga destruyendo a más gente que no le ha hecho daño", manifestó.
En el país suramericano, según algunos expertos, ha crecido el reclutamiento de menores de edad para que formen parte de las bandas criminales. En la toma del canal TC Televisión, ubicado en Guayaquil, por parte de personas armadas, dos de los 13 capturados y procesados por terrorismo eran menores.