En China, una mujer pidió a los médicos que desconectaran de las máquinas de soporte vital a su marido, que la abandonó por una amante hace más de una década, informa South China Morning Post.
La situación tuvo lugar en la provincia nororiental de Liaoning. El hombre, de 38 años, sufrió una hemorragia cerebral en casa de su amante, que lo llevó al hospital. Allí fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos, ya que su estado era grave y estaba en coma.
Los médicos empezaron a buscar a la mujer para pedirle permiso para operar al hombre, pero ella ya había abandonado el hospital. Entonces llegó al centro médico otra mujer, que resultó ser la esposa del paciente. Los médicos le explicaron que el hombre estaba en estado crítico y podría no sobrevivir a la operación, cuyo coste era muy alto, y que el equipo médico disponible solo podía proporcionarle un tratamiento temporal.
La mujer les contó entonces que su marido la había dejado por una amante hacía más de una década y que no sentía nada por ella, ni la había ayudado económicamente. Pidió a los médicos que desconectaran a su marido del soporte vital y que no intentaran reanimarlo. Según la ley china, el pariente más cercano de un paciente que no puede tomar decisiones por sí mismo es quien decide cuál será su tratamiento.
El caso se hizo viral en las redes sociales, y algunos usuarios condenaron la decisión de la mujer, calificándola de "desalmada", mientras que otros la apoyaron, afirmando que de todos modos el hombre no habría sobrevivido. Un usuario señaló que el karma había alcanzado al hombre, mientras que otro escribió que siempre hay que tratar bien a la esposa.