Los 57 pasajeros y cuatro tripulantes que viajaban en un avión hasta que se estrellaron en la ciudad de Vinhedo, en el interior del estado brasileño de Sao Paulo, no sobrevivieron.
"Parece que todos murieron", afirmó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en un pronunciamiento tras pedir un minuto de silencio por las víctimas en un evento.
En la misma línea se expresó la Municipalidad de Vinhedo, al declarar que no hay sobrevivientes.
Mientras que la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac) lamentó "profundamente" lo ocurrido con la aeronave Voepass y ofreció "solidaridad a los familiares y amigos de las víctimas".
En un comunicado escueto, la Anac indicó que ya adoptó las "medidas necesarias para investigar la situación de la aeronave y la tripulación".
"La aeronave está destruida", detalló el coronel Cássio Araújo, comandante general de la Policía Militar de Sao Paulo.
El accidente se produjo en una zona de viviendas. Según precisó la Municipalidad de Vinhedo, la avioneta se estrelló contra el condominio residencial Recanto Florido. La lista oficial de nombres de pasajeros aún no se ha publicado.
Por su parte, el secretario de Seguridad de Vinhedo, Osmir Aparecido Cruz, informó a un canal brasileño que "en principio" no se registran "víctimas externas al avión".
Aunque el avión cayó cerca de una vivienda con personas, ninguna resultó herida, de acuerdo a lo apuntado por la Municipalidad de Vinhedo.
La Policía Federal de Brasil puntualizó que ya convocaron a peritos especializados en accidentes aéreos para atender el suceso.
La tragedia ya provocó reacciones en el extranjero. El Gobierno nicaragüense se afligió por lo sucedido y extendió su "solidaridad fraternal a las familias y amistades de las víctimas".