Fabiola Yáñez, la expareja del expresidente argentino Alberto Fernández, se presentó este lunes en el consulado de Buenos Aires en Madrid, España, para ratificar y ampliar la denuncia por presunto maltrato y agresiones durante la relación, informó Página/12.
A través de un escrito de 20 páginas, Yáñez afirmó que "los actos de hostigamiento, maltrato y menosprecio" por parte del exmandatario comenzaron hace ocho años. Y consideró que las lesiones que recibió de su parte no fueron "leves" sino "graves", por lo que la pena que podría caberle al dirigente peronista sería más elevada.
En la ampliación de su denuncia, Yáñez pidió que Fernández sea imputado por "lesiones graves doblemente calificadas por el vínculo y perpetrado en el marco de violencia de género con abuso de poder y de autoridad".
Maltrato grave
Además, solicitó ser querellante en la causa y que el expresidente argentino sea juzgado también por amenazas coactivas.
En uno de los tramos más graves de su presentación, Yáñez relató que Fernández le pegaba cachetazos a diario en el marco de discusiones, incluso delante del hijo que tienen en común, nacido en abril de 2022.
De acuerdo al texto que presentó la denunciante, "los actos de hostigamiento, el maltrato y el menosprecio" por parte de Fernández comenzaron en el año 2016, mucho antes de la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de Argentina en 2019.
Daños psicológicos
Asimismo, Yañez detalló en el escrito que los hechos de violencia ocurrieron en distintos lugares, entre los cuales mencionó la Quinta de Olivos, residencia presidencial, y el departamento del lujoso barrio de Puerto Madero en Buenos Aires, que ocupaba Alberto Fernández antes de su mandato y donde ahora se encuentra recluido desde hace 9 días.
Según aseguró la exprimera dama, el maltrato, el menosprecio y el hostigamiento ocurrió "incluso en los últimos tiempos".
Y al momento de argumentar por qué la calificación penal que le cabe a la denuncia debería ser agravada, Yáñez manifestó que las lesiones sufridas le dejaron secuelas de daños psicológicos, que le impidieron ejercer sus funciones y su vida normal por más de 30 días.
También dijo que este daño la llevó a recurrir a tratamientos psicológicos y psiquiátricos, que incluyeron la prescripción de medicamentos.
Otro de los puntos que remarcó la periodista de 43 años fue que durante la gestión del expresidente recurrió a la ministra de la Mujer, Genero y Diversidades, Ayelén Mazzina, pero esta no respondió a sus requerimientos, reportó el canal Todo Noticias (TN).
Este martes, Yáñez va a declarar ante el fiscal Ramiro González. Lo hará desde el consulado argentino en Madrid y acompañada por su abogada, Mariana Gallego.
La versión de Fernández
Este domingo, el medio El cohete a la luna publicó el adelanto de una entrevista en la que el expresidente de Argentina negó las acusaciones de violencia de género y aseguró que no le pegó a su expareja. En ese sentido, sostuvo que el hematoma que Yáñez tenía en un ojo se debió a un tratamiento estético contra las arrugas.
Además, aseguró que "no hay un solo testimonio" que avale la acusación y reflexionó: "Si soy un golpeador, ¿por qué se sometió a un tratamiento de fertilidad?".
De acuerdo a la versión de Fernández, Yáñez lleva años padeciendo problemas psicológicos y una adicción al alcohol.
"Viví 17 años con Marcela Luchetti (la madre de su otro hijo) y 10 con Vilma Ibarra (otra expareja), y no hay un solo episodio de que yo las haya agredido", se defendió.