El Gobierno español reparte culpas ante la insólita 'huida' de Puigdemont
El Ministerio de Interior de España defiende que los Mossos d'Esquadra, la Policía regional catalana, rechazaron el "apoyo operativo" ofrecido por la Policía Nacional y la Guardia Civil en el dispositivo organizado para detener al expresidente catalán Carles Puigdemont, la semana pasada.
Según la cartera, esos apoyos no fueron requeridos "más allá de los habituales prestados a través de la mesa de coordinación operativa y de intercambio e información e inteligencia", y que los Mossos, a los que define como la "policía integral en Cataluña", tienen capacidad y competencias "en materia de seguridad ciudadana, policía judicial y de investigación criminal y policía administrativa".
A través de un comunicado, el departamento de Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, informó este martes que ha remitido a Pablo Llarena, magistrado instructor de la causa abierta contra Carles Puidemont y otros responsables del 'procés' en el Tribunal Supremo, el informe solicitado el viernes pasado sobre el operativo dispuesto para la detención del político catalán.
El documento asegura que el arresto del expresidente catalán "ha sido, es y será, hasta su cumplimiento, un objetivo operativo para todas las unidades y servicios policiales del Ministerio del Interior", y que en los dispositivos de control y vigilancia establecidos por Policía Nacional y Guardia Civil en la frontera con Francia no se detectó "en momento alguno y hasta la fecha" la presencia del prófugo.
Puigdemont protagonizó su segunda huida de España, después de la que tuvo lugar en 2017 tras la celebración del referéndum ilegal de autodeterminación. El pasado jueves, tras siete años en el exilio, en Bélgica, reapareció en las cercanías del Parlamento de Cataluña, el mismo día de la investidura del candidato socialista como presidente.
Allí dio un breve mitin ante sus simpatizantes, para después desaparecer insólitamente, a pesar del dispositivo policial. El político regresó a Waterloo sin ser detenido por las autoridades españolas.