La historia pareciera no terminar. Cuando por fin se logró el cierre de la casa museo del fallecido capo de la droga colombiano Pablo Escobar, surgió otro lugar, con características similares, que actualmente es un gancho turístico en la ciudad de Medellín (Antioquia). Sin embargo, su existencia pende de un hilo tras la introducción en el Congreso de un proyecto de ley que apunta a prohibir los productos alusivos al narco.
Con el nombre de 'Beyond Escobar' se anuncia el museo dedicado al "lado humano" del tío Pablo, como lo llama su sobrina Laura Escobar, que se encarga del sitio ubicado en la Comuna 13, un barrio popular que fue epicentro de la violencia paramilitar durante el gobierno de Álvaro Uribe. De esa zona, situada en el occidente de la capital antioqueña, la población más joven era el sustrato del extinto Cartel de Medellín, liderado por Escobar, recoge Señal Colombia.
Si bien la Comuna 13 ha desarrollado en los últimos años un proyecto comunitario y social que busca dejar atrás la sombra de la violencia y muerte, precisamente en sus estrechos callejones se encuentra el museo dedicado a Pablo Escobar, quien reclutaba a sus sicarios adolescentes en esa zona vulnerable y marginada.
Para los familiares de Escobar, el museo aborda aspectos "desconocidos" del llamado 'Patrón', relacionados con su infancia, preferencias y vínculos, sin poner acento en la violencia. No obstante, algunos habitantes de la Comuna 13 lamentan el giro comercial que ha tenido el barrio, donde es común ver camisetas y objetos con el rostro del capo.
¿Qué tiene el museo?
Las redes sociales de 'Beyond Escobar' muestran a un personaje —con características físicas similares al narcotraficante nacido en la ciudad de Río Negro (Antioquia) en 1949— que invita a hacer un recorrido por el museo, donde destaca una entrada con una réplica a escala de la Hacienda Nápoles, un zoológico privado de su propiedad donde además se reunía con otros líderes criminales.
En uno de los videos, la sobrina de Escobar muestra un cilindro parecido a un extintor donde, según afirma, su tío escondía dinero y sustancias ilícitas. En otro de los clips, en tono de humor, 'El Patrón' le pide a uno de sus ayudantes que le busque mujeres en bikini y le advierte que si no lo hace no le quedará tiempo, ni en la otra vida, para pagarle ese favor.
Entre los souvenirs que se observan hay camisetas, ruanas (piezas emblemáticas de los campesinos antioqueños), vasos, tazas, sombreros, figuritas, réplicas en miniatura de los vehículos de Escobar y paquetes de café.
En marzo de este año, el Museo de Pablo Escobar, otro espacio con características similares que fue propiedad del narcotraficante, quedó finalmente bajo control del Estado, a través de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), que proyecta erigir la Casa Cultural La Otra Historia.
¿Cuál es la polémica?
Cristian Avendaño, representante a la Cámara por la Alianza Verde, se refirió en las redes y medios al proyecto de ley que impulsa y que busca prohibir la comercialización de productos alusivos al narcotráfico.
Al respecto, explica en un registro de la Cámara Baja que no puede hacerse apología del delito "cuando hay personas que fueron víctimas y tienen que estar en la calle viendo cómo su victimario es tratado como una estrella".
Avendaño se refirió a unos mensajes que intercambió con Nicolás Escobar —otro sobrino del capo e hijo de Roberto Escobar Gaviria, alias 'El Osito', cofundador del Cartel de Medellín— quien sostiene que su familiar tiene condiciones para ser "exaltado como un héroe". Del mismo modo, habló de los escritos de los hijos de los magistrados que mandó a asesinar el capo al ser condenado por primera vez.
"No vamos a ceder ante un proyecto que consideramos importante, ante el trasfondo cultural que tiene que ver con cómo nos entendemos y cómo queremos exaltarnos como colombianos ante el mundo", dice Avendaño, según La FM.
En un audio difundido por ese medio, el hijo de 'El Osito' les pide a los congresistas que se preocupen por asuntos más "trascendentales para Medellín" y se pregunta por qué "tanta gente se pone camisetas de Pablo Escobar". En su opinión, esto pasa por "todas las cosas buenas que hizo por Medellín".
"Hay dos tipos de gente: la que no lo quiere por la guerra, los muertos, las bombas, los atentados y la que lo ama, casi como a un dios, y lo idolatra", agrega Nicolás Escobar.
Este proyecto de ley, que apenas fue introducido en el Congreso, supone un profundo debate sobre lo que consideran los colombianos como su legado histórico, que indudablemente se ha visto permeado por la cultura del narco, que también se vale de la venta de souvenirs a los turistas para atraer a quienes no tienen las heridas de la violencia y la muerte de esos años.