El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, repudió este martes la injerencia extranjera en las recientemente celebradas elecciones presidenciales de su país, sobre las que organizaciones como el Centro Carter –controladas, en su decir, por la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo (USAID)– emitieron valoraciones negativas sin sustentarlas con pruebas.
En una alocución ante el pleno del Parlamento, el político socialista comparó la actuación que tuvo el organismo fundado por el expresidente estadounidense Jimmy Carter durante el referéndum convocado en 2004 para evaluar la permanencia en el poder del entonces presidente Hugo Chávez, con la que exhibieron sus representantes en los comicios del 28 de julio, que le dieron a Nicolás Maduro un tercer mandato.
"Era otro Centro Carter, porque ahí estaba un hombre decente, que se llama Jimmy Carter, y no esas basuras pagadas por la USAID que vinieron para acá. Porque todas esas basuras son agentes pagados por la USAID, Agencia de EE.UU. para el Desarrollo. Cada vez que usted vea una agencia que sea estadounidense y que diga 'para el desarrollo', corra. Son agencias de espionaje para el daño, para la conspiración, para la violencia y para la muerte", sostuvo.
En aquel entonces, refirió, la oposición se negó a reconocer la victoria de Chávez y Carter sugirió "hacer […] lo mismo que está haciendo el Tribunal Supremo de Justicia en Sala Electoral: un peritaje para determinar la viabilidad de las actas verdaderas, las únicas que existen, que son las del Consejo Nacional Electoral". Para ello, dijo, se auditaron solamente "150 actas correspondientes a igual número de mesas automatizadas, de las 8.500 habilitadas.
"Qué diferencia con este Centro Carter, con estas basuras pagadas por la USAID, que se fueron para EE.UU. y desde EE.UU. están diciendo cuanta barbaridad se les ocurre, sin pruebas, sin ningún tipo de evidencias; sin nada, porque vinieron a lo que vinieron: a dañar, a maltratar, a agredir", recalcó.
Tras esta argumentación, Rodríguez propuso una "reforma de las leyes electorales de Venezuela para que nunca más ningún extranjero venga a tomar posición sobre nada que tenga que ver con las elecciones de Venezuela". No precisó, empero, en qué momento se abordará el tema en la agenda legislativa.