"Era gordita": Sentencian de por vida al exjugador de la NFL por matar a una niña
Cierre Wood, exjugador estadounidense de la liga del fútbol americano NFL, fue condenado el martes a cadena perpetua por el asesinato de la hija de cinco años de su novia en 2019. Así lo informaron medios locales que citan registros judiciales.
Wood, de 33 años, se declaró culpable del asesinato de segundo grado de La'Rayah Davis en su apartamento de la ciudad de Las Vegas. Además, se declaró culpable de abuso infantil y podrá optar por libertad condicional después de cumplir diez años de prisión.
Ex-NFL RB Cierre Wood & GF Ann Taylor Charged With Murdering 5-Year Old Girl. Wood Forced 'Chunky' Child To Endure Cruel Exercise Regiment. Mom Sat On Her Chest (Video) https://t.co/YQXIk9grlNpic.twitter.com/a2SqryazNr
— PaperChaserDotCom (@PaperChaserBlog) April 17, 2019
La niña murió con extensas heridas internas, incluyendo un hígado lacerado, costillas rotas y heridas graves desde la frente hasta los muslos. La jueza Melanie Tobiasson, quien revisó las fotografías de las lesiones, comentó que "una vez que las ves, no puedes deshacerlo".
Según confesó el atleta, él forzó a la menor a hacer sentadillas y correr en el apartamento como castigo, tratando de ponerla "en el camino correcto debido a que era gordita".
Tonight at 6: A former NFL player and his girlfriend have been charged with the murder of 5-year-old La'Rayah Davis.Davis' father said he was trying to gain full custody of his daughter before her death: "I hope they get the death penalty," he said. #8NNpic.twitter.com/e1GqH74qxb
— Shakala Alvaranga (@SMAlvaranga) April 17, 2019
El día que falleció, la chica cayó hacia atrás mientras hacía sentadillas y se golpeó la cabeza contra el suelo alfombrado. Entonces, según Wood, el hombre intentó echarle agua en la cara y soplarle aire en la boca. Cuando le salió un "líquido rojo espeso" de la nariz, llamó al servicio de emergencia y le realizó compresiones torácicas.
Mientras, la madre de La'Rayah, Amy Taylor, de 31 años, también se declaró culpable a principios de este año de asesinato de segundo grado y abuso infantil grave. Aproximadamente una semana antes de la muerte de su hija, se le había sentado sobre su pecho como castigo.