La pesada piedra del altar del monumento megalítico Stonehenge, que se encuentra cerca de Amesbury (Inglaterra, Reino Unido), procedía de Escocia y no de Gales como se creía hasta ahora, según un artículo publicado este miércoles en la revista Nature.
Los investigadores utilizaron equipos de última generación para examinar la composición de la piedra —que pesa seis toneladas— y descubrieron una gran similitud entre esta y la antigua arenisca roja de la cuenca de las Orcadas, en el noreste de Escocia.
"Dados sus orígenes escoceses, los hallazgos plantean preguntas fascinantes, considerando las limitaciones tecnológicas de la era neolítica, sobre cómo una piedra tan enorme fue transportada por grandes distancias alrededor del 2.600 a. C. […] Estábamos atónitos. No lo podíamos creer", declaró Anthony Clarke, miembro de la Universidad de Curtin (Australia) y autor principal del estudio.
Por su parte, Christopher Kirkland, colega de Clarke que también participó en la investigación, apuntó que transportar una carga de esas dimensiones por tierra desde Escocia hasta el sur de Inglaterra habría sido "extremadamente desafiante", lo que indica una probable ruta de envío marítimo a lo largo de la costa de Gran Bretaña durante el período del Neolítico.