El presidente de Colombia, Gustavo Petro, puso en manos de su par venezolano, Nicolás Maduro, la "solución política" para el país vecino, que lleve "paz y prosperidad a su pueblo".
En una publicación en X, Petro escribió: "De Nicolás Maduro depende una solución política para Venezuela que lleve paz y prosperidad a su pueblo".
En el texto, el mandatario de izquierda consideró que la experiencia del Frente Nacional colombiano, si es "usada transitoriamente", puede "ayudar a la solución definitiva" a la cuestión venezolana.
El Frente Nacional colombiano fue un acuerdo entre el Partido Liberal y el Partido Conservador para compartirse el poder durante 16 años, con el objetivo de pacificar el país y frenar las violencias entre facciones partidistas, refiere el portal Señal Memoria. En Venezuela ya hubo una experiencia similar, que se llamó el Pacto de Punto Fijo, y con el que se justificó la política represiva contra la izquierda durante 40 años.
La propuesta del mandatario colombiano también contempla el levantamiento de todas las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, una "amnistía general nacional e internacional", así como "garantías totales a la acción política", un "Gobierno de cohabitación transitorio" y la celebración de "nuevas elecciones libres".
En otra publicación, Petro agregó que "un acuerdo político interno" en Venezuela "es el mejor camino a la paz", tras resaltar la importancia de la no injerencia de terceros países en el asunto. "Depende solo de los venezolanos", puntualizó.
Del mismo modo, aseveró que ese pacto permitirá que las poblaciones fronterizas "puedan sentirse tranquilas", tras garantizar que el paso con Colombia permanecerá abierto "para mejorar la prosperidad común".
Las declaraciones de Petro se producen horas después de que su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pusiera sobre la mesa varias opciones para destrabar el conflicto político en Venezuela, luego de las pasadas elecciones del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó ganador a Maduro y la oposición desconociera el resultado, alegando un presunto "fraude".
Tanto Petro como Lula han asumido un papel como mediadores entre las partes, en una iniciativa que contó al principio con la participación activa de México. No obstante, esta semana el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se deslindó de las conversaciones al alegar que prefiere esperar el dictamen del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela.
Por ahora, el peritaje de los comicios está en manos del TSJ. Luego de las elecciones, Maduro introdujo un recurso contencioso ante la Sala Electoral del máximo tribunal para que se "aclare todo lo que haya que aclarar" respecto a los resultados que acreditan su victoria.
La justicia llamó a declarar a todos los participantes en los comicios para que presentaran sus actas, pero el único ausente de las comparecencias fue el aspirante de la oposición radical, Edmundo González Urrutia, quien alega que tiene las pruebas del presunto fraude. Ahora, el político está en situación de desacato.
"Yo he dado la cara, siempre la voy a dar", expresó Maduro el viernes pasado, tras responder al interrogatorio de los jueces. "Lo que diga el TSJ será santa sentencia", alegó el mandatario, quien ha denunciado a la oposición de querer ejecutar un golpe de Estado en su contra.