Una residente de la localidad de Zaoleshenka, en la provincia rusa de Kursk, relató a RT cómo en medio de ataques sacó a ocho niños en su coche y logró escapar de un dron de las Fuerzas Armadas de Ucrania que los perseguía por la autopista.
Olga, de 29 años, contó que el 6 de agosto empezaron a caer proyectiles desde las 03:00, cada vez más cerca de su casa. Se despertaron al oír que una onda explosiva había reventado los marcos de las ventanas.
Entonces, a las 11:00, la mujer subió a su coche Lada Largus a sus tres hijos, junto con cinco hijos de familiares y un sobrino de 20 años. Bajo los bombardeos, salieron a prisa de la localidad.
Según Olga, vieron cómo un dron ucraniano hizo explotar un camión, del que salieron corriendo algunas personas. Uno de los vehículos aéreos no tripulados persiguió también su coche. "El dron volaba detrás de nosotros a una velocidad de unos 100 km/h, así que tuvimos que ir más deprisa, conducíamos nuestro Largus a 160 km/h", señaló.
La hermana de la mujer, residenciada en la localidad vecina de Dáryino, también se marchó. Según Olga, en las primeras 24 horas de los intentos de incursión, los ucranianos irrumpieron en el pueblo con equipo pesado y tanques. "Mi hermana vio cómo los tanques de las Fuerzas Armadas de Ucrania que habían entrado en la provincia de Kursk empezaron a disparar justo desde su huerto contra los civiles", declaró.
Ahora Olga y los niños se encuentran en un centro de acogida temporal en la provincia rusa de Voronezh.