El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano) detuvo a dos gerentes de centros de registro militar en la provincia de Kiev y un cómplice, que ganaron más de un millón de dólares en coimas o comisiones pagadas por los evasores de la movilización forzosa, según un comunicado publicado este viernes por el organismo.
Se detalla que durante el allanamiento de los locales y coches de los detenidos se encontraron más de 1,2 millones de dólares. La mayor parte del efectivo incautado se guardaba en alijos especialmente acondicionados bajo el suelo y tras los paneles de las paredes de sus propias casas.
La investigación determinó que los acusados ofrecieron su ayuda a personas obligadas a cumplir el servicio militar que buscaban evitar el alistamiento, proveyendo para eso documentos falsificados en los que se declaraba que no eran aptas para el servicio por motivos de salud.
Según el SBU, el precio de dichos "servicios" ascendía a 37.000 dólares por evasor. Este importe incluía la preparación de un paquete completo de documentos, en particular certificados médicos ficticios, así como el "acompañamiento" a los evasores durante su visita a la comisión médica militar, señala el organismo.
Los funcionarios involucraron a un extranjero para encontrar evasores y transferir luego el dinero.
El SBU detuvo al intermediario en un restaurante de Kiev, cuando recibía 50.000 dólares de nuevos clientes. Después, los dos funcionarios implicados fueron detenidos en sus oficinas.