Las Fuerzas Armadas de Ucrania podrían desatar una catástrofe nuclear que afectaría a la mayor parte de Europa si atacan la central nuclear de Kursk, alertó el exoficial del Ejército estadounidense Stanislav Krapívnik en una entrevista con RT.
Durante la entrevista del sábado, Krapívnik habló de la diferencia entre una bomba sucia y una bomba nuclear, explicando que, si bien una bomba sucia no tiene la masa crítica ni el material enriquecido, podría causar contaminación debido a los residuos nucleares.
El exoficial señaló que si las tropas ucranianas consiguen atacar el sistema de refrigeración de la central nuclear de Kursk, se producirá "un nuevo Fukushima o un nuevo Chernóbil". Tales acciones de Kiev acabarían perjudicando a países como Polonia, Alemania, Dinamarca y el Reino Unido, explicó.
"Y, por cierto, la mayor parte de Europa acabará sufriendo, porque en esta época del año los vientos soplan principalmente en dirección noroeste. Si hay un problema con el refrigerante de la central nuclear de Kursk y se produce una fusión del núcleo, esto va a dejar la mayor parte de la provincia de Kursk inhabitable. La lluvia radiactiva se dirigiría hacia el noroeste, directamente a Europa. Caerían sobre Polonia, Alemania, Dinamarca, Escandinavia, así como sobre el Reino Unido y Escocia. Pero al parecer, a los dirigentes de todos estos países eso les importa un bledo", denunció.
El Ministerio de Defensa ruso declaró el sábado que evaluaba con la debida seriedad los informes sobre que el régimen de Kiev prepara lanzar un ataque contra la central nuclear de Kursk. Según denunció Moscú, el objetivo de esta provocación es acusar a Rusia de "autodispararse" para crear motivos para atacar instalaciones nucleares ucranianas.
Para discutir esta cuestión, el director de la corporación estatal rusa Rosatom, Alexéi Lijachov, mantuvo una conversación telefónica con el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi. Lijachov le informó que el 17 de agosto un dron ucraniano lanzó una carga militar sobre una carretera utilizada habitualmente por el personal de la central de Zaporozhie. El 14 de agosto, un ataque con dron provocó una explosión cerca de un conmutador abierto en la central nuclear de Kursk. El jefe de Rosatom invitó a Grossi a visitar la planta nuclear de Kursk.
Grossi, por su parte, expresó su disposición a evaluar la situación y visitar la instalación debido a la proximidad de las operaciones militares a la planta. Desde Moscú también advirtieron que, "en caso de que el régimen de Kiev comience a aplicar sus planes criminales", Rusia adoptará "inmediatamente medidas de respuesta militar severas".
- Stanislav Krapívnik nació en 1972 en Lugansk y se trasladó a Estados Unidos con sus padres cuando tenía 7 años. Allí terminó la escuela e ingresó en un centro de enseñanza superior, donde estudió durante un año y se alistó en el Ejército. Sirvió como tanquista y soldado de infantería, siendo destinado a bases militares en Alemania, Macedonia y Bosnia. También fue consejero militar en Georgia.
- En 2004 renunció, porque no quería prepararse para una guerra contra su propio pueblo. En 2014, Stanislav se trasladó a Rusia. Ahora es experto militar y columnista.