Paul Cowling, un aficionado al gimnasio, amante de las pesas y excursionista entusiasta, tuvo que ingresar de emergencia en un hospital en el Reino Unido tras presentar un fuerte dolor en el pecho. El hombre, de 32 años, había confundido los síntomas con flatulencias, cuando en realidad se trataban de un colapso pulmonar por vapear excesivamente, reporta The Mirror.
El mes pasado, Cowling se encontraba trabajando desde casa cuando sintió un dolor repentino en el lado derecho del pecho. Al asumir que sus síntomas eran producto de gases, decidió tomar medicamentos para aliviar su malestar y continuar trabajando.
Luego comenzó a tener dificultades para respirar y fue ahí cuando un doctor le dijo que debía ir a urgencias inmediatamente, ya que sospechaba que se trataba de un colapso pulmonar.
De acuerdo con el diario, cuando Paul estaba entrando al hospital tuvo que arrastrarse por el suelo debido al dolor insoportable y, después de tener los resultados de una radiografía de tórax, se confirmó que su pulmón derecho había colapsado.
"Con el daño que causan el tabaco y el vapeo, las paredes de los pulmones se adelgazan y se forman bolsas de aire fuera del pulmón. En el momento en que inhalé el vaporizador, una de esas burbujas explotó y colapsó mi pulmón y, como fue tan repentino, se llevó un vaso sanguíneo con ella", explicó Cowling.
Debido a las fuertes lesiones provocadas por el frecuente vapeo, Cowling tuvo que someterse a una cirugía mayor para intentar salvar el órgano. Los médicos utilizaron un polvo especial para poder pegar el pulmón nuevamente a la caja torácica, permitiendo que pudiera volver a inflarse.
"Antes de que me pasara esto, era una persona muy activa y saludable"
A pesar de que la cirugía fue exitosa, los especialistas le han dicho que hay un 30% de posibilidades de que el desgaste que tienen sus pulmones provoque un incidente similar.
"El médico me dijo que tenía los pulmones de un fumador empedernido y me sorprendió mucho oírlo. Antes de que me pasara esto, era una persona muy activa y saludable. Me encantaba el senderismo y ahora no puedo hacerlo", afirmó.
Después de su operación, Cowling permaneció 5 días hospitalizado mientras controlaban sus niveles de dolor, antes de que pudiese terminar su recuperación en casa.
"Esto me ha hecho dejar de vapear de por vida. No he vuelto a tocar uno desde entonces y el cirujano me dio una advertencia muy severa. Todavía no hay evidencia científica que te diga el daño que hacen los vapeadores, pero si no causaran daño, esto no te pasaría", aseguró.
Cowling comenzó a fumar "socialmente" en el 2015, y a vapear en el 2019, llegando a consumir 4 o 5 vapeadores desechables a la semana.