Una mujer británica murió tras someterse a una operación de cirugía plástica en una clínica de Estambul, pero su familia recibió el cuerpo sin partes de algunos órganos, informó el portal Mirror.
Kaydell Brown, de 38 años y madre de dos hijos, gastó 5.400 libras esterlinas (unos 7.000 dólares) en una operación de 'lifting' de glúteos y abdomen, así como una cirugía de aumento de pecho. Según su hermana Leanne, que planeaba someterse posteriormente a una operación similar, Kaydell esperaba "volver a encarrilar su vida" tras haberse recuperado de una grave fractura de tobillo.
Las hermanas decidieron operarse en Turquía porque el mismo tratamiento habría costado casi el triple en el Reino Unido. Sin embargo, la cirugía duró 10 horas en lugar de las cinco previstas, y luego los médicos informaron a Leanne que su hermana ha muerto en la sala de recuperación porque se le había filtrado grasa en los pulmones.
El cuerpo de Kaydell fue repatriado al Reino Unido tres días después, pero más tarde se descubrió que le faltaban partes del corazón e intestinos. Mientras tanto, desde la administración de la clínica aseguraron que el cadáver intacto fue sometido a una autopsia para determinar la causa de la muerte.
Leanne también reveló que, tras la muerte de su hermana, en la clínica le entregaron un sobre con dinero en efectivo como indemnización y un billete de avión para el siguiente vuelo. La mujer cree que el centro médico debería ser clausurado y pide que se lleve a cabo una investigación completa. A su vez, el Gobierno británico ha expresado su preocupación por la falta de concienciación de sus ciudadanos que viajan al extranjero para recibir este tipo de tratamiento.