El príncipe Enrique de Inglaterra, que se mudó a California con su esposa Meghan Markle en 2020, alberga rabia y frustración porque echa de menos su país natal, a sus amigos y su antigua vida, declaró a The Times uno de sus amigos cercanos.
"Es un chico enfadado. Las cosas no han salido como él quería. Creo que echa mucho de menos estar aquí [en el Reino Unido] y quiere que lo admiren más", dijo. "Cualquiera que lo conozca piensa que preferiría estar en la cima de la popularidad aquí, con todo el mundo queriéndole, como hacen con Guillermo y Kate".
El precio de la libertad
En la primavera de 2020, Enrique y Meghan renunciaron a ser miembros activos de la familia real británica, asegurando un año después que ello se debió "en gran parte" al racismo en la casa real. A principios de 2023, Enrique publicó su libro de memorias 'Spare' (traducido al español como 'En la sombra') , en el que reveló el alcance de las tensiones familiares que lo llevaron a sentirse "diferente" al resto de su familia.
Según las fuentes, todo esto ha dañado gravemente la relación del príncipe con la familia real, que es poco probable que se restablezca, ya que no podrán perdonarle su decisión de airear la 'ropa sucia' de la familia. Recientemente se supo que el príncipe Guillermo no quiere que Enrique asista a su coronación, ya que los hermanos no se comunican entre sí desde hace dos años.
Otro amigo opinó que Enrique y Meghan "podrían haberse ido con dignidad y decencia y no destrozar la institución". Según él, el matrimonio "ha ganado dinero destrozando a su familia". El informe precisa que el círculo de amigos de Enrique se ha reducido significativamente desde que dejó la realeza en 2020.
En este sentido, se destaca que la búsqueda de la libertad de Enrique ha tenido un alto coste con "dolorosos sacrificios". Así, su relación con su hermano Guillermo es "casi seguro que sea irreparable" y la relación con su padre, el rey Carlos, es "tensa hasta el punto de la ruptura". Sus lazos con el resto de la familia real también se han visto "dañados por la artillería de bombas de la verdad que ha soltado".
"Ha acabado aislado de su familia y de la mayoría de sus antiguos compañeros, en un entorno en el que tus amistades no son como las que forjaste de joven", afirmó otra fuente. "Ahora que lo hemos visto todo, ¿qué le ha quedado? A primera vista, un estilo de vida envidiable, pero para el Enrique que conozco no puedo imaginar que ese exilio dorado en California es donde él quería terminar", añadió.