El Gobierno de Venezuela acusó este miércoles a la oposición extremista, liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, de pretender deponer al Gobierno a través de la aplicación de "un formato" insurreccional elaborado por la Agencia Central de Inteligencia de los EE.UU. (CIA) por medio de alianzas con el crimen organizado, según expresó el canciller venezolano, Yván Gil, en un encuentro con el cuerpo diplomático acreditado en la nación suramericana.
En su decir, esos agentes políticos locales se ciñeron a "un formato de la CIA diseñado en EE.UU" y establecieron contacto con "elementos de la delincuencia organizada, que recientemente había sido duramente golpeada por la acción del Gobierno nacional: el famoso 'Tren del Llano', el extinto 'Tren de Aragua'", para desatar protestas violentas con fines sediciosos.
Gil aseveró que Washington ha construido una "narrativa" según la cual el Ejecutivo encabezado por el presidente Nicolás Maduro "tenía un pacto" con esas organizaciones criminales, pero lo que "realmente" revelaron las investigaciones es que sus miembros "estaban siendo contratados por la oposición para iniciar un golpe de Estado".
De acuerdo con la Fiscalía venezolana, 25 personas fueron asesinadas en el contexto de la violencia postelectoral que se desató luego de que Machado y González Urrutia desconocieran los resultados de los comicios presidenciales del pasado 28 de julio, en los que Maduro se impuso con el 51,9 % de los sufragios, según el segundo boletín divulgado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Adicionalmente, las autoridades de Venezuela contabilizaron numerosos daños a infraestructuras, que incluyeron ataques contra instituciones educativas, instalaciones sanitarias, sedes gubernamentales, unidades de transporte y oficinas regionales del CNE.