El astrónomo Paul Sutter informó en un artículo publicado este jueves en el sitio web Live Science que un grupo de investigadores de instituciones científicas de China y Alemania describió el proceso que podría originar los denominados "latidos del corazón" en ciertos agujeros negros.
Los agujeros negros son uno de los objetos astronómicos más misteriosos y fascinantes del espacio, debido a que son extremadamente densos y la gravedad que se encuentra por debajo de su superficie es tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar.
A pesar de que los agujeros negros "no están vivos", pueden presentar un "latido del corazón", en caso de que absorban grandes cantidades de gas proveniente de una estrella cercana. De acuerdo con Sutter, el material consumido por dichos objetos se comprime y se calienta hasta alcanzar temperaturas muy altas.
Esto ocasiona que los agujeros negros liberen energía en forma de radiación de rayos X. No obstante, en algunas ocasiones se puede producir una llamarada (explosión) de rayos X a causa del rápido consumo de gas por parte de estos objetos. Las observaciones realizadas por los científicos muestran que estos eventos pueden presentar un poco de variabilidad, es decir, pulsos de señales de oscilación rítmicas y periódicas, que se asemejan a los latidos cardíacos humanos.
Estos patrones han sido nombrados por los astrónomos como 'llamaradas de latidos del corazón'. En un estudio, recientemente publicado en el servicio de preimpresión arXiv, se explicaba finalmente el mecanismo que podría originar este extraño fenómeno.
¿Por qué se generan los latidos de corazón?
Los científicos llegaron a esta conclusión después de analizar exhaustivamente una llamarada que se originó en IGR J17091 3624, un agujero negro situado a 28.000 años luz de distancia de la Tierra, mediante los datos obtenidos de los telescopios espaciales NICER y NuSTAR de la NASA. Este estallido tuvo lugar en 2022.
Según los autores de la investigación, cuando el material cae sobre un agujero negro, además de comprimirse y calentarse, forma un disco delgado que gira rápidamente. El borde interior de este disco está inclinado hacia el agujero negro, mientras que las partes restantes emiten rayos X, lo que crea una situación inestable. Esto se debe a que la radiación de disco compite con la atracción gravitatoria del agujero negro.
El latido empieza a generarse una vez que se libera una enorme cantidad de rayos X, como resultado de la caída de masa del gas en el agujero negro por la fragmentación temporal del disco. La repetición de los pulsos se produce por el calentamiento y asentamiento cíclico del gas en el disco, por el efecto de la radiación. Sutter señaló que estas señales solo se han observado en dos agujeros negros. En 2007, los científicos detectaron el latido de un agujero negro en el centro de la galaxia RE J1034+396, que se encuentra a casi 600 millones de años luz de la Tierra.
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