Investigadores de instituciones científicas de Italia y España encontraron evidencias de que los escombros formados por el impacto de la sonda DART de la NASA contra el asteroide Dimorphos podrían llegar a la Tierra en el transcurso de una década, informó este miércoles el sitio Universe Today.
El 26 de septiembre de 2022 culminó con éxito la primera colisión entre una nave espacial y un asteroide, como parte de la misión DART. De acuerdo con la NASA, esta misión tenía como objetivo demostrar un método de desviación de cuerpos rocosos basado en el impacto cinético.
Este procedimiento consiste en embestir deliberadamente una nave contra un asteroide para cambiar su trayectoria y velocidad. A pesar de que esta iniciativa ayudaría a evitar que asteroides potencialmente peligrosos alcancen la Tierra, los fragmentos desprendidos como resultado del impacto podrían caer en nuestro planeta.
Los escombros podrían llegar hasta Marte
Un estudio recientemente publicado en el servicio de preimpresión arXiv reporta que los restos eyectados del asteroide Dimorphos podrían descender algún día en Marte y el sistema Tierra-Luna en forma de meteoritos.
El científico Eloy Peña-Ascencio indicó que se llegó a esta conclusión luego de detectar, mediante simulaciones dinámicas, 3 millones de partículas generadas a partir del choque de la sonda DART con Dimorphos. Para realizar estas simulaciones se utilizaron los datos obtenidos del nanosatélite LICIACube, que acompañó a la sonda DART al momento de su impacto.
Según la investigación, los fragmentos expulsados a velocidades inferiores a 500 metros por segundo podrían llegar a Marte en unos 13 años, mientras que los expulsados a velocidades de hasta 1,5 kilómetros por segundo podrían descender en la Tierra en tan solo siete años.
No obstante, las simulaciones sugirieron que posiblemente pasarán hasta 30 años hasta que se logre visualizar estos restos del Dimorphos. Peña-Ascencio señaló que las actuales observaciones de meteoros permitirán a determinar si el impacto con el asteroide "ha creado una nueva lluvia de meteoritos".
Sin embargo, el científico enfatizó que "si estos fragmentos dimórfidos expulsados llegan a la Tierra no supondrán ningún riesgo", ya que "su pequeño tamaño y alta velocidad harán que se desintegren en la atmósfera, creando una hermosa estela luminosa en el cielo". En el caso de los escombros que llegarán a Marte, los investigadores dijeron que las futuras misiones en el planeta rojo podrán detectarlos.
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