Los Gobiernos de Colombia, EE.UU. y Panamá suscribieron este lunes un conjunto de acuerdos para abordar la problemática de la migración irregular en su territorio, con énfasis en los tránsitos que se suceden en la selva de Darién y en la protección de los migrantes que cruzan por su territorio, según consta en un comunicado conjunto suscrito por el canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo; su homólogo panameño, Javier Martínez-Acha, y el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas.
"Los tres gobiernos reconocen las amenazas que representan las organizaciones criminales transnacionales, que se lucran de la explotación de los migrantes. En tal sentido, reafirman su compromiso para identificar distintos mecanismos que permitan desmantelar estas redes y llevar a estos criminales ante la justicia. Asimismo, se comprometen a mejorar el intercambio de información", apunta el texto.
En la misma línea, las tres naciones puntualizaron que "los flujos migratorios irregulares que transitan por la frontera entre Colombia y Panamá son de alcance global e involucran poblaciones de más de 90 nacionalidades, algunos de los cuales entraron a la región por terceros países", frente a lo cual se "comprometieron a incentivar el diálogo con terceros países en la región, para aumentar alternativas seguras, ordenadas y humanas que reduzcan la migración irregular".
A esto sumaron la puesta en obra de programas para "mejorar la asistencia humanitaria a las poblaciones migrantes y buscar mecanismos de protección para grupos vulnerables", así como la implementación de acciones humanitarias y la obligatoriedad de la verificación de la identidad.
Se precisó además que continuarán los vuelos de repatriación financiados por Washington dirigidos a expulsar a "aquellos que carecen de base legal para permanecer en Panamá", como parte de los esfuerzos conjuntos entre Panamá y EE.UU. para gestionar coordinadamente la "migración irregular".