Un nuevo estudio en el que se investigó a 7.641 canadienses de ambos sexos de 60 años o más durante aproximadamente tres años encontró que los hombres casados o que se casaron durante el período de la investigación tenían el doble de probabilidades de envejecer óptimamente en comparación con los solteros.
Por el contrario, los resultados de las mujeres casadas no diferían significativamente de las mujeres que nunca habían contraído matrimonio con respecto al envejecimiento óptimo, según un comunicado de prensa del estudio publicado por la Universidad de Toronto, Canadá.
Los investigadores definieron el 'envejecimiento óptimo' como la ausencia de cualquier condición física, cognitiva, mental o emocional grave que impida realizar las actividades diarias, así como altos niveles de felicidad percibida, buena salud física y salud mental.
El seguimiento se llevó a cabo de una encuesta integral detallada como parte del Estudio Longitudinal Nacional sobre Envejecimiento (CLSA, por sus siglas en inglés).
"Estudios anteriores han demostrado que el matrimonio está asociado con mejores resultados de salud tanto para hombres como para mujeres, mientras que los hombres que nunca se casaron generalmente tenían peores resultados de salud", comentó David Burnes, un profesor de la Universidad de Toronto. "Es posible que las personas casadas se alienten mutuamente a adoptar o mantener conductas de salud positivas, como dejar de fumar o hacer ejercicio regularmente", supuso el científico.
Un factor muy importante ha sido además el aislamiento social. Los adultos mayores que tenían contacto regular con familiares, amigos y vecinos tenían más probabilidades de envejecer de manera óptima en comparación con los adultos mayores que estaban socialmente aislados.