El embajador de EE.UU. en México, Ken Salazar, se pronunció este martes, luego de que el presidente del país latinoamericano, Andrés Manuel López Obrador, anunciara una "pausa" en la relación entre ambos, tras las críticas del diplomático a la polémica reforma judicial que impulsa el Gobierno mexicano.
"Siempre trabajamos con el máximo respeto a la soberanía de México, tal y como lo expresamos en la nota diplomática que enviamos el pasado 23 de agosto", escribió Salazar en su cuenta en X.
En el mensaje, el diplomático adjuntó la carta mediante la cual responden a una nota diplomática que la semana pasada emitió la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana, en la que tacha de "injerencia" las expresiones de Salazar sobre la reforma judicial.
En la respuesta se señala que Washington "sigue apoyando el compromiso de México de fortalecer el Estado de derecho a través de la reforma judicial, con el objetivo de crear un poder judicial que goce de independencia, autonomía y legitimidad".
No obstante, en el mismo texto reiteran que les "preocupa mucho" que, de aprobarse la reforma, la elección popular de jueces "no aborde la corrupción judicial ni fortalezca el Poder Judicial".
"EE.UU. desea continuar su estrecha colaboración con México para alcanzar nuestros objetivos compartidos como socios iguales y en el espíritu de amistad que refleja nuestros lazos de antaño", dice la misiva.
"La relación continúa"
Más temprano, López Obrador informó que "hay pausa" con la Embajada "mientras sigan con esa política". El mandatario aclaró que el 'impasse' es exclusivamente con la oficina diplomática de EE.UU. y no con el Departamento de Estado.
"La relación continúa, pero ojalá y haya, de parte de ellos, una ratificación de que van a ser respetuosos de la independencia de México", expresó.
El tema ha escalado luego de que la semana pasada, Salazar comentara que la propuesta del Ejecutivo mexicano "representa un riesgo mayor para el funcionamiento de la democracia" en México. "Cualquier reforma judicial debe tener las salvaguardas que garanticen que el Poder Judicial sea fortalecido y no esté sujeto a la corrupción de la política", dijo.
Sin embargo, posteriormente bajó el tono, apostando por el diálogo, una vez que López Obrador catalogara sus críticas como "una acción inaceptable de injerencia".