Kim Jong-un asiste a la prueba de nuevos lanzacohetes norcoreanos

Desde Pionyang afirmaron que la ventaja del sistema mejorado de lanzacohetes de 240 milímetros, cuya movilidad y concentración de golpe fueron renovadas, quedó comprobada en todos los términos examinados.

El líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un, asistió el martes a la prueba de un sistema mejorado de lanzacohetes de 240 milímetros, informa la agencia KCNA.

"La ventaja de este sistema, cuya movilidad y concentración de golpe fueron renovadas técnicamente, quedó comprobada en todos los índices, como el sistema teleguiado recién introducido, el control, el poderío destructivo, etc.", escribe el medio estatal. "Kim Jong Un presentó  importantes orientaciones que deben ser mantenidas en la producción de este armamento y en la sustitución de sus predecesores en las unidades", agrega.

A principios de esta semana, el líder norcoreano supervisó asimismo una prueba de funcionamiento de varios drones suicidas. Los aparatos no tripulados identificaron correctamente y destruyeron los objetivos asignados tras volar por distintas rutas preestablecidas. Kim expresó su satisfacción por las características y datos tácticos y técnicos de los drones recién desarrollados y subrayó la necesidad de que estos ejercicios se realicen con mayor intensidad.

Previamente, Seúl y Washington iniciaron la semana pasada su ejercicio anual Ulchi Freedom Shield ('Escudo de la libertad', en español), que terminará este jueves. En los simulacros participan unos 19.000 soldados surcoreanos. Desde el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur explicaron que las maniobras reforzarán la capacidad y preparación de los dos países para responder a cualquier provocación y defenderse de armas de destrucción masiva.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la RPDC denunció que el ejercicio "no es ni 'defensivo' ni 'transparente', sino el simulacro de guerra de agresión más ofensivo y provocador del mundo". Según Pionyang, los ejercicios que lleva a cabo Washington en la región "no tienen nada que ver con la 'preservación de la seguridad regional' pregonada por EE.UU. y sus fuerzas aliadas, sino que sirven como medio político y militar para subir a más países al carro de la confrontación que conduce para hacer realidad su hegemonía".