Los ataques ucranianos contra la central nuclear de Kursk, y sus planes de apoderarse de esa instalación nuclear, son "acciones temerarias" que solo han sido posibles gracias a la "postura de avestruz" y "sin principios" de Occidente, declaró el miércoles el representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski.
"Han surgido pruebas irrefutables de que el régimen de Kiev bombardeó deliberadamente la central nuclear de Kursk y planeó apoderarse de ella en una operación armada. Semejante temeridad, que corre el riesgo de provocar un incidente nuclear de trágicas consecuencias para toda Europa, es la mejor respuesta a quienes intentaron e intentan ignorar el ataque del régimen de Kiev a la central nuclear de Zaporozhie. A esto conduce su postura de avestruz sin principios", afirmó el diplomático en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
La semana pasada, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, informó que las Fuerzas Armadas de Ucrania trataron de atacar la central nuclear de Kursk, en territorio ruso. Las declaraciones del líder ruso tuvieron lugar en el marco de los intentos de infiltración de tropas de Kiev en esa provincia fronteriza. Las fuerzas ucranianas han perdido ya unos 7.000 soldados y 74 tanques en su ofensiva en la zona.
En medio de los intensos combates y de la incertidumbre nuclear causada por las acciones de Ucrania, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, inspeccionó el martes la central nuclear, ubicada en la ciudad rusa de Kurchátov. Tras la visita, advirtió que si esa planta se viera afectada por los ataques, las consecuencias podrían ser sumamente graves. Asimismo, señaló que si bien halló marcas de impacto de drones, la planta funciona con casi total normalidad.