El expresidente de Rusia y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dmitri Medvédev, reveló este viernes las razones por las que, según su parecer, Ucrania busca recuperar los territorios de Donbass que se incorporaron a Rusia tras el referéndum de septiembre de 2022.
Según el alto funcionario ruso, tal aspiración de Kiev y su apoyo por parte de EE.UU. y sus aliados se debe a una cosa simple: "Se necesita dinero". "Y a la corrupta camarilla criminal de Zelenski, que llevó la economía del moribundo país al desastre, pero que tendrá que pagar las facturas de los patrocinadores del baño de sangre, y a los propios patrocinadores, que son parásitos del cuerpo en descomposición de Ucrania", aseveró Medvédev en su canal de Telegram.
En este sentido, agregó que los países occidentales han gastado mucho en un conflicto "ajeno", lo que "irrita" a su población. Y para reponer el presupuesto ucraniano, el régimen de Kiev necesita los nuevos territorios rusos.
"Su objetivo no es en absoluto beneficiar al desafortunado pueblo ucraniano, por el que nunca se han preocupado. El acceso a los minerales es lo que puede compensar el flujo de dinero irrecuperable que se derrite ante nuestros ojos en el proceso de robo sin fin" de las autoridades "corruptas" de Kiev, afirmó.
Según Medvédev, el valor total de la base de recursos minerales de Ucrania se estima en casi 14,8 billones de dólares, de los cuales 7,3 billones proceden de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk. "Es decir, ¡casi la mitad de la riqueza nacional de la antigua Ucrania corresponde al Donbass!", enfatizó el exmandatario ruso.
Además, señaló que los recursos de la península Crimea, que se unió a Rusia en 2014, y las provincias de Zaporozhie y Jersón se estiman en 821.000 millones de dólares. "Todo esto supone casi el 63 % de los depósitos de carbón de la antigua Ucrania, el 42 % de los depósitos de metales y el 33 % de las tierras raras y otros materiales importantes, incluido el litio", subrayó Medvédev.
"Tendrá que pagar las deudas muy pronto"
Es por estas tierras por lo que Occidente exige continuar el conflicto "hasta el último ucraniano", indicó, y recordó que Kiev "tendrá que pagar las deudas muy pronto", así en caso de victoria, Washington y sus aliados también podrán utilizar esos recursos.
"Pero el hecho es que la base económica del Estado ucraniano ha sido socavada. [...] La abundante ayuda occidental pronto llegará a su fin por razones bastante prosaicas. Queda muy poco de lo propio. Y más allá, solo una rápida descomposición y una inevitable desintegración", sostuvo.