El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no está preocupado por el hecho de que las autoridades mongolas puedan arrestarlo al cumplir la orden del Corte Penal Internacional (CPI) durante su visita al país asiático, afirmó este viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Si bien el presidente ruso visitará el país que reconoce la jurisdicción de la CPI, Peskov descartó la posibilidad de que pueda ser arrestado, insistiendo en que Rusia tiene "excelentes relaciones" con sus "amigos de Mongolia", así como aseguró que todos los aspectos de la visita de Putin al país asiático "fueron trabajados" y Moscú no tiene preocupaciones algunas en cuanto a la orden de detención emitida por la CPI.
Asimismo, según reportó Bloomberg, citando a dos personas familiarizadas con los preparativos del Kremlin para la visita a Mongolia, Putin recibió garantías de que no será detenido al llegar al país. "No existe ningún riesgo de arresto de Putin", destacó Serguéi Markov, un asesor político cercano al Kremlin. "Antes de cualquier viaje al exterior, todo el espectro del formato de las negociaciones se acuerda de antemano y el país anfitrión da garantías del 100 % de que ni Putin ni ningún miembro de la delegación serán detenidos", agregó.
Putin tiene programada la visita oficial a Mongolia para el 3 de septiembre tras haber recibido la invitación del mandatario del país, Ukhnaagiin Khurelsukh, de participar en los actos conmemorativos dedicados al 85. ° aniversario de la victoria conjunta de las Fuerzas Armadas soviéticas y mongolas sobre los militares japoneses en la batalla de Jaljin Gol en septiembre de 1939.
- La CPI emitió la orden de detención contra el mandatario ruso en marzo del año pasado, citando su responsabilidad en presuntos crímenes de guerra cometidos en Ucrania. El tribunal ubicado en La Haya mencionó la supuesta deportación de menores de edad ucranianos al territorio ruso que califica de crimen de guerra y señaló que hay suficientes fundamentos para creer en la responsabilidad directa del mandatario ruso.
- A su vez, las autoridades rusas en varias ocasiones calificaron la decisión de la CPI de absurda e insignificante.