La Policía israelí ha utilizado granadas aturdidoras y cañones de agua para dispersar una multitudinaria protesta celebrada este domingo en Tel Aviv, donde los manifestantes exigían al Gobierno que consiga la liberación de los rehenes que tiene el movimiento palestino Hamás en la Franja de Gaza, según se aprecia en imágenes compartidas en la red social X.
Se reporta que Naama Lazimi, miembro de la Knéset —Parlamento del país hebreo— por el Partido Laborista, fue alcanzada por esa arma no letal, fue empujada por oficiales antidisturbios, cayó al suelo y ahora está recibiendo tratamiento médico.
"Los manifestantes descendieron ilegalmente a la calle Ayalon, se sentaron en la calzada, bloquearon el tráfico y tuvieron enfrentamientos innecesarios con la Policía. En ese momento, la Policía tuvo que declarar una manifestación ilegal y recurrió a medidas para dispersar a los infractores de la Ley", comunicó la Policía de Israel.
Posteriormente, detalló que han detenido un total de 29 personas que violaron el orden, atacaron a las fuerzas de seguridad y "se amotinaron con brutalidad y vandalismo". "Todas las carreteras han sido despejadas de manifestantes y las vías se están abriendo gradualmente al tráfico de vehículos", añadió.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, está "preocupado" por las protestas generalizadas, según un funcionario israelí citado por la CNN. Los organizadores estiman que 300.000 personas se congregaron en Tel Aviv y 200.000 participaron en otras protestas por todo el país, informan medios locales.