El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo referencia este martes a las protestas por parte de trabajadores del Poder Judicial que se oponen al proyecto de reforma propuesto por su Gobierno.
En su acostumbrada rueda de prensa matutina, el mandatario consideró que los descontentos "están en su derecho" de manifestarse en contra de la iniciativa, pero estimó que "solamente las élites" del sistema de justicia son las que se oponen a una renovación estructural.
"Están en su derecho (...) tienen que defender sus privilegios", comentó el mandatario mexicano, tras poner como como ejemplo a un exministro que critica la reforma, pese a haber trabajado solo siete meses en la Corte. Ese plazo, aunque pequeño, habilita al togado para tener una "jubilación vitalicia", a la luz de la legislación vigente.
Para López Obrador, uno de los puntos más controversiales de la reforma es precisamente la eliminación de la pensión vitalicia para actuales y futuros ministros de la Suprema Corte, cuyo número de integrantes quedaría reducido de 11 a nueve, mientras que la duración de sus cargos disminuiría de 15 a 12 años.
"Como si estuviéramos no en una República sino en una monarquía", dijo López Obrador, quien refirió que la pensión vitalicia que reciben los magistrados o ministros es de 250.000 pesos mensuales, unos 12.581 dólares, que es pagada desde hace 30 años. "¿Cómo no los va a calentar?", agregó el presidente.
El mandatario mexicano defiende su reforma porque asegura que el propósito es renovar y transformar el actual sistema de justicia, así como combatir la corrupción y abolir el nepotismo dentro de esa estructura.
Por ese motivo, el presidente mexicano asegura que quienes se oponen al cambio son los mismos que este martes bloquearon los accesos al Palacio Legislativo de San Lázaro, sede oficial de la Cámara de Diputados y del Congreso México, para tratar de impedir que los legisladores debatan sobre la reforma.
Extrema tensión
La Cámara de Diputados de México debatirá este martes la reforma judicial en un clima de extrema tensión política, que incluye una huelga inédita, protestas de trabajadores y estudiantes y cruces entre López Obrador, legisladores y jueces.
Los trabajadores de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobaron irse a una huelga, con 951 votos a favor, 116 en contra y cinco abstenciones, lo que constituye el primer paro de labores en la historia de este órgano.
De esta forma se sumarán a la huelga que, desde mediados de agosto, mantienen más de 50.000 trabajadores del Poder Judicial de todo el país. Las acciones de protesta implican el cierre de tribunales y son respaldadas por la oposición, que quedó en minoría en el Congreso luego de las elecciones generales del pasado 2 de junio.
La reforma judicial es el proyecto más polémico de la recta final del Gobierno de López Obrador, quien el próximo 1 de octubre entregará la banda presidencial a su sucesora, Claudia Sheinbaum, quien apoya por completo la iniciativa.
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