Un bombero voluntario fue detenido por la Guardia Civil de España, tras ser acusado de causar intencionadamente dos incendios el pasado 27 de agosto: uno en el término municipal de Santa María del Tiétar, en la provincia de Ávila; y el otro en Rozas de Puerto Real, en la provincia de Madrid.
Los fuegos fueron generados a pocos kilómetros de distancia y con escasos minutos de diferencia. El arrestado se había unido en el último año a la Agrupación Civil de la localidad de Sotillo de la Adrada, a unos tres kilómetros de donde se inició uno de los incendios.
Según recoge la Cadena Ser, con información del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, se considera que su motivación era sentirse útil en la organización a la que pertenecía, ya que quería ir a mitigar los incendios —que él mismo había provocado— junto a sus compañeros de Protección Civil.
Al hombre se le atribuye un delito de incendio forestal, cargos que él ha negado en los primeros interrogatorios. Una de la evidencias en su contra es que su vehículo, de "características singulares", fue visto cerca de la zona de los incendios. Del mismo modo, el presunto responsable del fuego habría alterado su rutina de desplazamiento para evitar ser detectado.