El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó este miércoles que solo "dos docenas" de civiles palestinos murieron en la reciente operación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la ciudad gazatí de Rafa.
En una conferencia de prensa para corresponsales extranjeros, el alto cargo israelí dijo haberle preguntado personalmente al comandante de la operación cuántos civiles habían muerto en Rafa. "Primer ministro, apenas hay muertes de civiles, porque todo el mundo se fue", fue la respuesta que recibió, según sus palabras.
Netanyahu aseguró que solo había "dos docenas" de civiles muertos, de los cuales la mayoría falleció cuando una bomba israelí atacó un depósito de municiones de Hamás que "había sido ubicado dentro de un área residencial". "Esa es la proporción más baja de no combatientes con respecto a combatientes en la historia de la guerra urbana", enfatizó.
Tras esto, repudió a la prensa por sus reportes "falsos" sobre la situación humanitaria en la Franja de Gaza. "Denuncien con sinceridad, porque nos han acusado de algo escandaloso, y, en realidad, las acusaciones contra nosotros [resultaron ser] escandalosamente falsas", expresó.
"El Ejército israelí está haciendo algo que ningún otro ejército ha hecho en la historia, y seguirá haciéndolo. No voy a cambiar mis políticas humanitarias, de vacunación y de combate, para minimizar las bajas civiles", concluyó el líder del país hebreo.
Explicaciones alejadas de la realidad
Entre tanto, el Ministerio de Salud de Gaza informó el miércoles que al menos 42 palestinos murieron en los recientes e incesantes ataques israelíes en la Franja, elevando el número de fallecidos desde el 7 de octubre a 40.861 y el de heridos a 94.398.
Por su parte, varios grupos de ayuda denuncian que las repetidas órdenes que dan los israelíes a los palestinos, de trasladarse en masa de una parte de Gaza a otra, han creado condiciones humanitarias catastróficas, incluyendo la mala calidad del agua y el desbordamiento de las aguas residuales, que ha provocado el resurgimiento de enfermedades.
Una reciente investigación de Amnistía Internacional reveló que las fuerzas israelíes no han tomado todas las precauciones posibles para evitar o minimizar los daños a los civiles que se refugian en campamentos para desplazados. Es el caso de dos ataques en Rafa, realizados en mayo, en los que se utilizaron armas de fabricación estadounidense y murieron decenas de civiles.