Las temperaturas anormalmente altas y la sequía prolongada en Grecia han causado que las ruinas del pueblo de Kallio emergieran de las aguas del lago artificial Mornos. El pueblo permaneció en el fondo del embalse durante medio siglo.
La localidad de Kallio se hundió en la década de 1970 debido a la creación del enorme embalse de Mornos, situado a 200 kilómetros al oeste de Atenas.
Este embalse, que sirve de fuente de agua a casi la mitad de la población de Grecia, requirió el sacrificio de un pueblo de 80 hogares, una iglesia y una escuela. Los residentes locales se vieron obligados a abandonar sus casas, según The Guardian.
La sequía que hizo emerger las ruinas
El invierno pasado fue el más cálido en la historia de Grecia, seguido del verano que batió todos los récords de temperatura. Como resultado, el nivel del agua en el embalse Mornos bajó tanto que las ruinas del pueblo volvieron a ser visibles en la superficie. Según los expertos, durante este tiempo, el nivel del agua en el lago bajó en 40 metros.
Las reservas de agua en el lago artificial de Mornos y los otros tres embalses de la región se han reducido casi a la mitad, de 1.200 millones de metros cúbicos en 2022 a 700 millones de metros cúbicos el mes pasado, según el Ministerio de Medio Ambiente de Grecia citado por Reuters.
El 2022 fue reconocido como el año de la peor sequía en Europa en los últimos 500 años, según un informe del Observatorio Mundial de Sequía.
El estrés por las temperaturas en todo el Mediterráneo
El informe de julio muestra que Grecia, así como Italia, Rumania, los Balcanes y Turquía están experimentando una disminución de la humedad del suelo y estrés en la vegetación.
La gravedad de la situación generó que incluso el sitio arqueológico de la Acrópolis de Atenas estuvo cerrado durante horas en julio para evitar la exposición de los visitantes a altas temperaturas.