Delincuentes del Reino Unido podrían ser trasladados a prisiones de Estonia para cumplir sus condenas allí en medio de la crisis de sobrepoblación en los centros penitenciarios del país, reportó este viernes The Telegraph.
Una "solución controvertida"
Después de que el país báltico afirmara que había ofrecido la capacidad de reserva en sus cárceles a otras naciones, se supo que el Ministerio de Justicia del Reino Unido estaba investigando "todas las opciones posibles" para abordar el problema de saturación en las cárceles británicas que "estaban a punto de colapsar".
Según fuentes del Gobierno citadas por el medio, la "solución controvertida" se debe a la "severidad de la situación", ya que, de acuerdo con los informes del Ministerio de Justicia, las cárceles masculinas de Inglaterra y Gales se quedaron casi sin celdas el mes pasado, con solo 83 plazas libres. "En los países europeos ya se ha experimentado con el alquiler de espacios penitenciarios", sostuvo la ministra de Justicia y Asuntos Digitales de Estonia, Liisa Pakosta, señalando que tales situaciones generan "colaboración, apoyo mutuo y beneficios de cooperación internacional en materia de seguridad".
A diferencia del Reino Unido, gracias a una baja tasa de criminalidad de Estonia, la mitad de sus cárceles están casi vacías, lo que ha suscitado esperanzas de que el hecho de albergar a delincuentes británicos pueda aportar un muy necesario impulso de 30 millones de euros (33 millones de dólares) a las finanzas públicas del país.
Crisis del sistema de justicia
Debido a la herencia de "un sistema de justicia en crisis", algunos exjefes de la Corte Suprema del país han recomendado una revisión a mitad de camino de las sentencias determinadas de todos los prisioneros que cumplen condenas de más de 10 años, recoge The Guardian, mientras que otros exjueces ponen en duda la justificación para que se hayan duplicado las penas de prisión en el último medio siglo.
Entretanto, unos 2.000 presos esperan ser liberados anticipadamente por la decisión del Ministerio de Justicia, lo que les permitirá abandonar la cárcel al cumplir solo el 40 % de sus condena, en vez del 50 % establecidos por las normas actuales.
La crisis surge en medio del aumento del número de personas en prisión, cuya cifra ha pasado de unas 40.000 en 1991 a más de 88.000 en la actualidad, y se estima que la población carcelaria aumentará a entre 93.100 y 106.300 en marzo de 2027.