Un grupo de investigadores de instituciones científicas de EE.UU. y Australia encontró evidencia que sugiere que la principal razón por la cual los documentos legales son difíciles de entender, se debe a los intentos de redactarlos en un lenguaje que transmita la sensación de autoridad y poder, informó el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
La complicada estructura de la mayoría de las sentencias jurídicas puede dificultar la comprensión y memorización de las obligaciones legales. Sin embargo, el lenguaje jurídico está tan arraigado en el pensamiento colectivo, que incluso aquellos que no son abogados lo utilizan.
En anteriores investigaciones, se descubrió que las dificultades que experimentan las personas, incluidos los abogados, al leer los textos legales podría deberse a las largas definiciones insertadas en medio de las oraciones. Esta particular característica lingüística es denominada como 'incrustación central'.
El profesor Francis Mollica explicó que las oraciones centradas son difíciles de procesar, puesto que los lectores tienen que recordar palabras que dependen unas de otras. Esta situación complica la lectura del documento legal. En un intento por conocer las posibles razones del uso de la incrustación central, los científicos se dieron a la tarea de realizar un nuevo estudio.
¿La imposición de una autoridad?
Los resultados de la investigación, que fueron publicados en la revista PNAS, revelaron que la compleja 'jerga legal' pudiera tratarse de una elección deliberada para imponer un tipo especial de autoridad, en lugar del resultado de un hábito.
Los investigadores examinaron diversos planteamientos para entender la persistencia del lenguaje legal. En una de las teorías, denominada 'hipótesis de copiar y editar', se sugirió que los documentos legales comienzan de manera simple y, posteriormente, se vuelven complejos a medida que se inserta más información a las oraciones existentes.
No obstante, los hallazgos obtenidos en la investigación indicaban una explicación diferente, por lo que los especialistas propusieron una nueva teoría a la que nombraron 'hipótesis del hechizo mágico'. Este planteamiento propone que, así como los hechizos se elaboran en un estilo específico para transmitir autoridad, el lenguaje complejo de los documentos legales cumple una función similar.
Ambas hipótesis se pusieron a prueba en diversos experimentos en el que se les pidió a los participantes originarios de EE.UU. que redactaran leyes e historias sobre esas leyes. Se descubrió que los participantes utilizaron la inserción social al momento de elaborar las leyes. Sin embargo, este método no fue utilizado cuando redactaron las historias.
Los investigadores concluyeron que desean investigar los orígenes históricos de esta característica lingüística en los documentos legales. Asimismo, subrayaron que esperan que su estudio conduzca a que los textos legales sean más sencillos y accesibles al público general.
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