El problema número uno al que se enfrentan los jóvenes en la actualidad es la desinformación, asegura el cofundador de Microsoft, Bill Gates.
El multimillonario está bastante familiarizado con este fenómeno, siendo en más de una ocasión el centro de diversas teorías conspirativas, y él mismo ha tenido que enfrentarlo. Sin embargo, considera que la divulgación de conocimiento incompleto, y muchas veces erróneo, actualmente es más grave y es algo que viven de forma más directa las nuevas generaciones.
"La desinformación es uno de los aspectos que, de cierto modo, tuve que abandonar y decir: 'Vale, hemos dejado este problema en manos de la generación más joven'", dijo esta semana en diálogo con la cadena estadounidense CNBC.
El filántropo afirma que cuando cofundó Microsoft pensaba que la mayoría de la gente querría utilizar la tecnología que tenía a su alcance con fines puramente productivos y responsables. "Fui un ingenuo al pensar que cuando pusiéramos la información a disposición de la gente, esta querría información correcta", precisó.
No obstante, ahora Gates se ha dado cuenta que comparte el impulso humano de buscar en la Red información que reafirme muchas de las cosas en las que cree, sin importar si son ciertas o no. "Incluso yo me incluyó ahí. Digamos que hay un político que no me gusta y hay un artículo en Internet que lo critica un poco. Pienso: 'Vaya, es una crítica muy buena y disfruté leyéndola, aunque fuera exagerada'".
¿Qué hacer?
Gates, de 68 años y poseedor de una de las mayores fortunas del planeta, confiesa no saber con exactitud cómo detener la propagación de desinformación. Si bien no está de acuerdo con la idea de la censura en línea, porque esto perjudica la libertad de expresión, considera que es necesario establecer algún tipo de parámetros.
"Deberíamos tener libertad de expresión, pero si estás incitando a la violencia, si estás haciendo que la gente no se vacune, ¿dónde están esos límites? Y si hay normas, ¿hay alguna inteligencia artificial que las codifique?", cuestiona.
En este sentido, opina que por el momento es difícil determinar quién o quiénes deberán ser los encargados de definir las directrices en cuanto a la moderación de contenidos. Si bien, expertos en el tema como Beth Goldberg, ejecutiva de Google, apuestan a que la inteligencia artificial podría servir para identificar la desinformación, Gates piensa que así no desaparecerá el problema.
Hay que tener en cuenta que ya es demasiado fácil que la información falsa se propague a los miles de millones de personas que utilizan activamente Internet, advierte. Si detectas una actividad sospechosa un día después, "el daño ya está hecho", añade.
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