Un voraz incendio forestal sin control en las cercanías de Los Ángeles (California) ha obligado a cientos de residentes de la ciudad estadounidense a huir de sus hogares, en medio de una ola de calor que azota el área metropolitana.
Las llamas comenzaron a arder este jueves en un área montañosa en las faldas del Bosque Nacional de San Bernardino, en el condado del mismo nombre, a unos 105 kilómetros al este de Los Ángeles. Desde entonces, el incendio duplicó su tamaño y hasta el domingo se habían carbonizado alrededor de 70 kilómetros cuadrados de pasto y chaparral, recoge AP.
El incendio produjo nubes de humo denso y enroscado, y se podían ver llamas coronando las laderas de las colinas. Como consecuencia, el gobernador de California, Gavin Newsom, decretó este sábado por la noche el estado de emergencia y se emitieron órdenes de evacuación en las comunidades de Running Springs, Arrowbear Lake, así como advertencias de posibles evacuaciones en otras localidades.
Se estima que más de 35.000 edificaciones están amenazadas por las llamas, las cuales están controladas en un 0%, según Los Angeles Times. Para combatir el fuego, se desplegaron más de 600 bomberos, ayudados por helicópteros. Al menos tres efectivos resultaron heridos durante su labor.
Condiciones meteorológicas adversas
Por si eso fuera poco, el incendio es tan intenso que creó su propio sistema meteorológico de nubes piroclásticas similares a tormentas eléctricas. Los fuertes vientos, rayos y relámpagos obligaron a los bomberos a suspender el apoyo aéreo, algo fundamental para combatir el fuego en un terreno empinado como en el que se trabaja.
"El tiempo definitivamente no está cooperando con [los bomberos] hoy", afirmó Dave Munyan, del Servicio Meteorológico Nacional. En ese sentido, la institución advirtió que las condiciones adversas estaban agravando el incendio hasta convertirlo en una "situación peligrosa". "Está ardiendo sin control", manifestó por su parte David Cruz, portavoz del Bosque Nacional de San Bernardino.
El área de Los Ángeles alcanzó este viernes una temperatura máxima de 44 grados Celsius, lo que marcó la tercera vez desde 1877 que se alcanza una temperatura tan alta en la región.