El dólar está "bajo un gran asedio", pero Donald Trump tiene una estrategia infalible para revertir esa tendencia: solo hace falta implementar sus políticas de mano dura con aquellos países que osen apostar por otras monedas y así, con un poco de chantaje, EE.UU. logrará revertir la situación y salirse con la suya.
"Muchos países están dejando el dólar. Conmigo no van a dejar el dólar. Les diré: 'si dejan el dólar, no harán negocios con EE.UU. porque vamos a imponer los aranceles del 100 % a sus mercancías'", declaró Trump el pasado sábado durante un evento de campaña en el estado de Wisconsin.
El candidato republicano a la presidencia de EE.UU. prometió asimismo mantener el dólar "como la moneda de reserva mundial", asegurando que la reacción de los países ante su ultimátum sería "sí señor, quisiéramos volver al dólar inmediatamente, muchas gracias". "Es tan fácil", razonó Trump, lamentando que a nadie se le ha ocurrido ponerlo en práctica.
"Biden no sabe que está vivo y ella [Kamala Harris] es peor, así es cómo pondremos fin a la época del caos de la inflación y la miseria bajo Kamala y Joe y desencadenaremos la seguridad, prosperidad y paz para los estadounidenses de cada raza, religión, color y credo", resumió Trump.
Su rumbo político en materia económica garantizaría "bajos impuestos, regulaciones poco restrictivas, bajo costo de la energía, bajas tasas de interés y baja inflación, para que todos se puedan permitir comprar víveres, un coche y una casa", aseguró.