El que fuera rey de España y jefe de Estado durante casi cuarenta años, Juan Carlos I, ha creado una fundación en Abu Dabi, capital de Emiratos Árabes Unidos, con el objetivo de traspasar su fortuna a sus dos hijas, Elena y Cristina, una vez fallezca, según revela El Confidencial.
Las dos forman parte del patronato de la nueva entidad, fundada en la Abu Dabi, donde el exmonarca reside desde su autoexilio en 2020.
El movimiento obedece a la "inquietud" del exmonarca, de 87 años, por la situación económica de sus hijas. Elena cobra 300.000 euros anuales en la Fundación Mapfre, y Cristina, otros 400.000 de la Fundación Aga Khan, pero el padre de ambas teme que pudieran perder sus trabajos cuando él fallezca.
Además, los salarios no son suficientes para sostener el lujoso tren de vida de las dos infantas. Hasta 2014, ambas recibían una asignación pública por pertenecer a la Casa Real y, además, según informaciones periodísticas de los últimos años, las dos se habrían nutrido de los fondos sin declarar que su progenitor atesoraba en el extranjero, y que les transfería periódicamente en metálico.
Tras el archivo de varias investigaciones contra Juan Carlos I por la dudosa procedencia de su dinero, tanto en España como en Suiza, el rey emérito legalizó su situación con la Hacienda española con el abono de unos 5 millones de euros en dos regularizaciones. Sobre el papel, el exmonarca no tiene fondos y sus gastos son abonados por la monarquía de Emiratos Árabes Unidos.
Sin embargo, se estima que el exrey todavía cuenta con dinero no declarado en el extranjero. Ese es precisamente el monto el que pretendería legar a sus dos hijas, toda vez que su hijo, el rey Felipe VI, renunció en 2019 a cualquier herencia que pudiera corresponderle de su padre, después del estallido de diversos escándalos, varios de ellos de índole económica.