Los tiburones están abandonando su hábitat en los arrecifes de coral debido al estrés climático, que continúa calentando los océanos, determinó un equipo internacional liderado por la Universidad de Lancaster (Reino Unido).
Esto podría perjudicar tanto a los escualos, que ya están en peligro de extinción, como a los arrecifes mismos, puesto que estos depredadores son un componente clave de un ecosistema sumamente delicado y diverso, que podría desequilibrarse peligrosamente sin ellos, señala la casa de estudios en un comunicado.
De 2013 a 2020, los científicos etiquetaron y rastrearon a más de 120 tiburones grises que vivían en los remotos arrecifes de coral del archipiélago de Chagos, en el océano Índico central.
A medida que los arrecifes se vieron sometidos a más estrés climático, sobre todo durante el fenómeno de El Niño de 2015-2016, que provocó el calentamiento de los océanos, los tiburones empezaron a pasar allí mucho menos tiempo y algunas especies no pudieron volver a su hábitat hasta 16 meses después de los eventos de calentamiento, indica la investigación publicada en la revista Communications Biology.
Los tiburones son animales de sangre fría y su temperatura corporal está directamente relacionada con la del agua. Si el agua del océano se calienta demasiado, los tiburones tienen que trasladarse a aguas más profundas y frías, explica el director del proyecto, el doctor David Jacoby.
Hasta ahora, los tiburones han abandonado casi el 20 % de los arrecifes de coral de todo el mundo.
La crisis climática amenaza no solo la existencia de los depredadores marinos, sino también de todo el ecosistema de su hábitat, sostienen los investigadores.
Según la doctora Anne Sturrock, profesora titular de la Universidad de Essex, los tiburones cumplen un rol muy importante para que el sistema de arrecifes permanezca equilibrado, indica The Guardian.
"Los tiburones desempeñan un papel muy importante en el mantenimiento del equilibrio de los arrecifes, ya que se alimentan tanto de peces herbívoros como de pequeños depredadores, ayudando a prevenir que el coral se vea sobreexplotado o invadido por algas", detalla.