Vrajamany Fernandes Rocha perdió su brazo con 11 años, cuando un tigre se lo arrancó en un zoológico en el estado de Paraná. El ataque del animal, de 200 kilos, pudo haberle matado, pero el mordisco no le alcanzó arterias importantes por solo unos centímetros.
El joven comenzó un largo proceso de rehabilitación en el que descubrió su pasión por la natación. Hoy, a sus 21 años, Vrajamany entrena cada día con un objetivo: los próximos Juegos Paralímpicos.
"El deporte fue algo que realmente me abrió los ojos, me mostró cómo funciona la vida. Aprendo mucho del deporte. [...] Es muy doloroso, pero sé que no voy a dejar el deporte sin haber sido campeón del mundo", explicó en una entrevista con el portal G1.
"Todo comienza en la mente"
Su encuentro con la natación comenzó gracias a la recomendación de los profesionales que le trataron durante su recuperación. En 2018, recibió una invitación para entrenar en el Centro Paralímpico Brasileño, en Sao Paulo.
"Hasta entonces era todavía una cosa de escuela, nada muy profesional, pero comencé a entrenar en el Centro Paralímpico, en el mismo lugar donde entrena parte de la selección brasileña de natación, y conocí a parte del equipo", comentó.
Vrajamany dice que el deporte le ha permitido quitarse de cabeza pensamientos dañinos como, por ejemplo, que no puede hacer ciertas cosas. "Y el deporte me enseñó que eso es mentira, que eso es algo que estaba en mi cabeza, porque es un pensamiento común en la sociedad", afirmó.
Decidido a seguir soñando con los Juegos Paralímpicos y otros campeonatos mundiales, el joven también cuida su salud mental. "Todo comienza en la mente, la persona que tiene la mente alineada, la mente saludable, no va a querer estar en un cuerpo no saludable. Entonces, una persona con la mente alineada, va a querer invertir en su cuerpo", matiza.
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