Un hombre arrojó café hirviendo a un bebé de nueve meses, llamado Luka, que se encontraba junto con su madre en un parque de Brisbane (Australia) y posteriormente huyó. El ataque ocurrió el 28 de agosto y provocó quemaduras graves en el menor. No obstante, nuevos detalles sobre su estado se han revelado esta semana, informan medios locales.
La Unidad de Investigación y Protección Infantil de Queensland confirmó la identidad del agresor el 1 de septiembre, pero el sujeto ya había salido del país el 31 de agosto. El detective a cargo, Paul Dalton, confirmó que el atacante es un ciudadano extranjero de 33 años, que cuenta con una orden de arresto internacional en su contra, mencionando que la información ya ha sido enviada a "una amplia gama de jurisdicciones estatales y federales".
Según la Policía, el acusado "estaba al tanto de las metodologías policiales" aplicadas para encontrar personas, por lo cual, la investigación fue compleja. Además, se conoce que entraba y salía de Australia constantemente desde 2019 de manera legal y nunca llamó la atención de las autoridades. Las indagaciones siguen en curso, sin embargo, los agentes aún no han podido determinar el motivo del ataque.
Lesiones difíciles de sanar
Durante una conferencia de prensa, los padres de la víctima manifestaron su impotencia y dijeron estar "devastados" al saber que el responsable del crimen huyó sin que se haga justicia. En respuesta, el Servicio de Policía se comprometió a hacer lo posible para que el atacante regrese y enfrente las consecuencias, añadiendo que podría enfrentar cadena perpetua.
Luka sufrió quemaduras en su rostro y cuerpo, por lo que ha sido sometido a varias cirugías de injerto de piel, aunque todavía podría necesitar más procedimientos en el cuello y pecho, afirmó el padre del niño.
Se prevé que el tratamiento será a largo plazo e incluirá rehabilitación para asegurar el movimiento normal del menor.