El presidente chileno, Gabriel Boric, anunció este miércoles que tramitará "con suma urgencia" un proyecto legislativo presentado en 2014 por la entonces gobernante, Michelle Bachelet, con el que se pretende excluir del marco legal la aplicación de amnistías, indultos y prescripciones por delitos de lesa humanidad.
"Daremos suma urgencia a la tramitación del proyecto de ley que fue presentado por la presidenta [Michelle] Bachelet en 2014, que busca excluir la aplicación de amnistía, indulto y prescripción respecto de los crímenes de lesa humanidad cometidos por agentes del Estado o con su autorización, lo que en la práctica equivale a la derogación de la infame ley de amnistía", dijo el dignatario en un discurso pronunciado en el Palacio de La Moneda, a propósito de la conmemoración del 51 aniversario del golpe de Estado que expulsó del poder a Salvador Allende.
Boric aseguró que si bien "la amnistía ya no se aplica, gracias a una sólida jurisprudencia de los tribunales de justicia", apuntó como necesario "terminar con sus efectos de forma definitiva e irreversible", al tiempo que destacó que, con estas acciones, Chile pretende cumplir con las recomendaciones de organismos internacionales y reafirmar que "los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y que ninguna ley los puede borrar".
Adicionalmente, anunció que este mismo mes iniciará el proceso de entrega a los familiares de las víctimas del régimen militar "las carpetas de sus casos" que figuran en los archivos de las distintas comisiones de la verdad, lo que vendrá aparejado del levantamiento del "secreto Valech", en referencia al fin de los 50 años de veto impuesto sobre los documentos que soportan el informe presentado en 2004 por la Comisión de la Verdad instalada durante la administración de Ricardo Lagos (2000-2006).
Para finalizar, comentó que avanzará "en la tramitación de dos proyectos de ley" que deberán sancionarse antes de 2026, cuando acaba su mandato: "el que tipifica el delito de desaparición forzada de personas y el que permite el acceso a los archivos del Informe Valech por parte de los tribunales de justicia y el Plan Nacional de Búsqueda".
Críticas al negacionismo
En su intervención, Boric cargó duramente contra personeros de la derecha política que sostienen la tesis de que el golpe de Estado de 1973 "era inevitable", al considerar que "ninguna crisis política" justifica acciones como las perpetradas por la dictadura, indivisiblemente asociadas al derrocamiento de Allende.
"Ninguna crisis política, por compleja que esta sea, se sortea bombardeando, asesinando y desapareciendo a los propios compatriotas. […]. La muerte, la desaparición, el exterminio de compatriotas por pensar distinto, el término de la democracia y el bombardeo de su símbolo principal, que es La Moneda, nunca es la única alternativa", recalcó.
A su parecer, "la violación sistemática de los derechos humanos se aplica en un momento dado a una persona, pero cuando se hace, se está violentando a todo un pueblo, a toda la humanidad, no solamente a las víctimas, no solamente a los sobrevivientes".
Así, defendió el Plan Nacional de Búsqueda, Verdad y Justicia, una política implementada durante su gestión que hace responsable al Estado "del restablecimiento de la verdad histórica, de la justicia, la reparación y las garantías de no repetición", con independencia de quién encabece el Gobierno.