El Gobierno de Rusia estima que Kiev cuenta desde hace tiempo con el permiso para atacar el territorio ruso con las armas de largo alcance proporcionadas por sus patrocinadores occidentales.
"No tenemos ninguna duda de que la decisión de levantar las restricciones sobre el uso de armas de largo alcance para atacar el territorio de Rusia se tomó hace mucho", ha declarado este jueves el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. "Ahora están tratando de hacerlo parecer más bonito, más decente, más elegante en el espacio público", agregó.
Además, el canciller denunció que especialistas militares de Occidente "están coordinando prácticamente de forma manual los ataques con armas de precisión" lanzados contra objetivos "puramente civiles" en territorio ruso.
"Además de las armas, la OTAN proporciona a Kiev datos de su inteligencia militar espacial. Estos datos se utilizan para localizar y atacar los objetivos en el interior del territorio ruso. Estos objetivos son edificios residenciales, instalaciones de soporte vital, infraestructuras energéticas e industriales y simplemente instalaciones sociales: escuelas, guarderías y clínicas", explicó Lavrov.
El analista internacional Rolando Dromundo sostiene que el uso de misiles de largo alcance no va a cambiar radicalmente la situación estratégica en el terreno, sino que va a escalar más el conflicto y provocar una mayor respuesta de Rusia. "No hay ninguna intención de búsqueda de una salida política, y es muy triste porque al final de cuentas sigue habiendo pérdidas civiles", comentó a RT en Español.