En los burdeles de Berlín aproximadamente la mitad de las prostitutas son ucranianas, y muchas de ellas son mujeres muy jóvenes que llegaron a Alemania tras el estallido del conflicto ucraniano, informa Die Welt citando a una trabajadora social.
De acuerdo con Mia, una trabajadora social alemana que habló con el medio bajo condición de anonimato, antes en los burdeles berlineses había pocas mujeres ucranianas, y la mayoría de las prostitutas eran de Rumanía, Bulgaria y Hungría. Sin embargo, después de que empezara el conflicto entre Rusia y Ucrania, la cifra de trabajadoras sexuales de ese país eslavo llegó a la mitad.
Mia explicó que las jóvenes llegan a Alemania para trabajar en burdeles ya que los sueldos allí son más altos que en países de Europa del Este. "Puedes ganar en Alemania unos 80 euros al día", dijo, agregando que es más que el salario promedio en algunas regiones de Hungría, donde se gana solamente unos 300 euros al mes.
Muchas de las mujeres ucranianas que llegan a Alemania desconocen sus derechos, sobre todo en materia laboral y alojamiento, agregó Mia. En este sentido, recordó el caso de una ucraniana que llegó a Alemania y no pudo encontrar un lugar para vivir durante mucho tiempo.
Luego conoció a un hombre que le propuso vivir con él, pagándole con relaciones sexuales. "Cuando el hombre subió el alquiler, le dijo que podría prostituirse y dejarle compartir sus ganancias", explicó la trabajadora social, añadiendo que al final la mujer aceptó, ya que, debido a la falta opciones asequibles, muchas optan por quedarse en un burdel en lugar de vivir en un refugio.