Stefan Mazy, un investigador genómico australiano, desarrolló una nueva prueba indolora de detección del cáncer de piel, denominada parche DermR (en inglés DermR Patch), que solo tarda unos segundos en realizarse, recogió SBS News este domingo.
Según SBS News, debido a sus tasas récord de melanoma y otras formas de cáncer de piel, a Australia se la suele denominar la "capital mundial del cáncer de piel". El medio señala que las estadísticas del Consejo del Cáncer apuntan a que alrededor de dos tercios de los australianos serán diagnosticados con algún tipo de cáncer de piel durante su vida.
En menos de un minuto y sin dolor
El investigador explicó que el parche se aplica durante unos 15 segundos ejerciendo un poquito de presión. Luego se realiza una maniobra de torsión para sacar una pequeña cantidad del tejido con unas microagujas insertadas en el parche, que finalmente se retira sin provocar dolor. "Las microagujas tienen menos de un milímetro de largo y penetran aproximadamente un milímetro en la piel y recogen una microcantidad de tejido", señaló Mazy. "No hay dolor, no hay sangrado, no hay cortes", subraya.
"Todo el proceso lleva menos de un minuto, pero la cantidad de tejido que recogemos es suficiente para realizar un análisis genómico, que es muy sensible. Y con esta metodología podemos distinguir qué lesiones podrían ser potencialmente cancerosas de las que sabemos que no tienen cáncer en absoluto", agregó Mazy.
Una historia familiar
Mazy desarrolló el método de diagnóstico con un equipo de cuatro personas de su empresa después de que a su madre le diagnosticaran tardíamente una forma común de cáncer de piel denominado carcinoma de células basales. "Resultó ser bastante agresivo y requirió procedimientos quirúrgicos para corregirlo. Luego desarrolló apnea del sueño de por vida debido a la cirugía", dice Mazy.
Su madre pospuso la realización de una biopsia de una lesión en la nariz porque le daban miedo las agujas. También menospreció el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Mazy describió el diagnóstico tardío de su madre como "bastante traumático". "Nadie espera realmente que algo tan pequeño como una lesión tenga un efecto tan profundo", afirmó. "Todo esto podría haberse evitado si hubiera otra forma de detectar el cáncer de piel sin necesidad de una aguja o una incisión", aseguró.
Resultados prometedores
Los primeros ensayos clínicos se llevaron a cabo en mayo en una región remota de Australia Occidental. A la espera de los resultados finales, Mazy dijo que las primeras conclusiones parecen prometedoras. Es probable que se realice un segundo ensayo clínico más amplio dentro de los próximos 6 a 12 meses. También manifestó que espera que, algún día, su tecnología pueda ser una alternativa a la biopsia, que es el método más común para diagnosticar el cáncer de piel, pero que es mucho más invasiva y requiere que la lleve a cabo personal muy capacitado.
El autor considera que su innovación podría ser útil para el diagnóstico en zonas remotas, donde el acceso a los médicos de cabecera puede ser limitado. "Una de las mayores barreras a las que nos enfrentamos es la escasez de personal especializado, en particular de médicos. Por eso, creemos que nuestra solución es perfecta, porque permite que enfermeras y profesionales sanitarios afines puedan realizar una prueba diagnóstica equivalente a una biopsia", afirma Mazy.