Investigadores de la universidad australiana de Monash han planteado la hipótesis de que hace mucho tiempo la Tierra pudo haber tenido un sistema de anillos. Según los científicos, se formó hace 466 millones de años, durante un periodo de bombardeo inusualmente intenso de meteoritos conocido como el evento meteorológico del Ordovícico.
La hipótesis se basa en reconstrucciones de la tectónica de placas del Ordovícico, que muestran que los 21 cráteres de impacto de asteroides identificados hasta ahora están situados a menos de 30 grados del ecuador, aunque cerca del 70 % de la corteza expuesta, potencialmente preservadora de cráteres, se encuentra fuera de esa franja.
Los científicos han supuesto que el sistema se formó después de que un gran asteroide pasara cerca de la Tierra y se rompiera, formando un anillo de escombros alrededor del planeta similar al que se ve hoy en día alrededor de Saturno y otros gigantes gaseosos. Después, a lo largo de decenas de millones de años, trozos de este anillo cayeron gradualmente sobre la Tierra, creando una oleada de impactos de meteoritos.
Además, si nuestro planeta hubiera tenido un anillo, este podría haber afectado a su clima al bloquear parte de la luz solar, provocando un descenso de la temperatura. El resultado fue el enfriamiento global conocido como periodo Hirnantiano, el más frío de los últimos 540 millones de años.
Los resultados de este descubrimiento van más allá de la geología y pueden llevar a los científicos a reconsiderar la influencia de los acontecimientos celestes en la historia evolutiva de la Tierra. También plantean nuevos interrogantes sobre la posibilidad de que en el pasado existieran otros sistemas de anillos que podrían haber afectado al desarrollo de la vida en el planeta.
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