Exdirector de la firma dueña del sumergible Titán afirma que la empresa solo quería "ganar dinero"
La investigación sobre la implosión del sumergible Titán en junio de 2023 durante una expedición hacia los restos del Titanic, tuvo este martes la declaración de David Lochridge, exdirector de operaciones marinas de la empresa OceanGate, quien cuestionó la metodología de construcción del dispositivo.
Durante la audiencia ante la Junta de Investigación Marítima de la Guardia Costera en Carolina del Sur (EE.UU.), Lochridge afirmó que hubo un "gran impulso" por realizar el proyecto, lo que llevó a que "muchos pasos en el camino se perdieran", a la vez que aseguró que "la idea" de la compañía era "ganar dinero". "Había muy poco en el camino de la ciencia", continuó.
La investigación intenta determinar qué fue lo que provocó la implosión del sumergible y la muerte de sus cinco ocupantes, así como establecer recomendaciones para las agencias reguladoras nacionales e internacionales. Los resultados también podrían ser derivados al Departamento de Justicia para que impulse alguna pesquisa posterior.
El declarante fue designado como director de operaciones de OceanGate en enero de 2016 y aunque dijo que no estuvo directamente involucrado en el diseño o la fabricación del casco original del sumergible, a principios de 2018 inspeccionó el Titán, ya que estaba cerca de su finalización. Lo que encontró fue "una abominación de submarino". Incluso, dijo en la audiencia que muchos de esos materiales fueron utilizados en un segundo casco que fue el que se destruyó durante el viaje por el Atlántico Norte. Además, manifestó que, a Stockton Rush, el CEO de OceanGate, le gustaba "hacer las cosas baratas".
Lochridge fue despedido en el verano de 2016 tras una pelea con Rush. El incidente ocurrió durante un viaje del sumergible Cyclops 1 hacia el transatlántico italiano Andrea Doria, que se hundió frente a las costas de Massachusetts en 1956 después de chocar con otro barco. Con tres clientes a bordo, Rush habría conducido la nave de manera imprudente y ante el reclamo se quejó: "No me digas qué hacer".
"Lo avergoncé frente a los clientes. No estaba contento. Sabía que ese era un punto de inflexión en nuestra relación", declaró.
Finalmente, Lochridge fue despedido en enero de 2018, por haber expresado sus preocupaciones y ser catalogado como "antiproyecto".
"Un accidente a punto de ocurrir"
Esta no fue la primera vez que Lochridge expresa su desacuerdo con la calidad que tenía el sumergible Titán. En julio del año pasado, se conoció un correo electrónico que había enviado tiempo atrás a Rob McCallum, un asociado del proyecto, en el que manifestaba sus dudas sobre el proceso de fabricación.
"Me consideraría bastante audaz cuando se trata de hacer cosas que son peligrosas, pero ese submarino es un accidente a punto de ocurrir", escribió. "No quiero que se me considere un aguafiestas, pero me preocupa tanto que se mate a sí mismo y a otros en el empeño por impulsar su ego", agregó al referirse a Rush, y concluyó: "No hay forma de que me hubieras contratado para sumergirme en esa cosa".