Irán había planeado asesinar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; al ministro de Defensa, Yoav Gallant y al director del Shin Bet —servicio de inteligencia y seguridad general interior del país hebreo— Ronen Bar. Además, Teherán también estudió la posibilidad de matar al ex primer ministro Naftali Bennett, así como a otros altos funcionarios de Defensa israelíes.
El Shin Bet anunció este jueves que Irán había intensificado sus esfuerzos dirigidos a matar a ciertos miembros de la cúpula directiva de Israel tras el asesinato el pasado 31 de julio del entonces líder político de Hamás, Ismail Haniya, durante su visita oficial a Teherán.
¿Cómo pensaban hacerlo?
"El complot consistía en utilizar a un empresario israelí, que había pasado mucho tiempo viviendo en Turquía y tenía tratos financieros con turcos e iraníes, para desarrollar planes de asesinato en Israel", precisa The Jerusalem Post.
En abril de este año, los ciudadanos turcos Andrei Farouk Aslan y Guneid Aslan contactaron con él y lo invitaron a la ciudad turca de Samandag para reunirse con un magnate iraní llamado Edi, así como con algunos funcionarios de seguridad iraníes.
El hombre realizó dos visitas clandestinas a Irán, en mayo y agosto, y fue entonces cuando le solicitaron colaborar con los asesinatos. Además, le preguntaron si sería capaz de reclutar rusos y estadounidenses que pudieran ser utilizados para matar a figuras iraníes que viven en Europa y Estados Unidos.
"El empresario israelí inicialmente había solicitado un millón de dólares antes de realizar cualquier actividad", indica el artículo. El Shin Bet no precisó si el empresario logró algún avance en sus misiones, pero hizo hincapié en que sus actos representan un delito muy grave contra la seguridad del país hebreo.
La agencia indicó que el empresario ha sido acusado este jueves.