Condenan a funcionaria china que tuvo de amantes a 58 de sus subordinados

La ya exfuncionaria fue sentenciada a 13 años de prisión y multada con alrededor de 140.000 dólares.

Zhong Yang, de 52 años, mantuvo de amantes a 58 subordinados mientras fue gobernadora en la prefectura de Qiannan, en el suroeste de China, reportan medios locales.

Debido a su atractivo, la ahora ya exfuncionaria era conocida como 'la hermosa gobernadora'. De ella se ha dicho que utilizó excusas de "trabajar horas extras" y "viajes de negocios" para pasar tiempo con sus amantes y tener relaciones sexuales con ellos. Se plantea que algunos de estos hombres eligieron ser sus amantes debido a las ventajas que ella les ofrecía, mientras que otros participaron a regañadientes por miedo a su autoridad.

Acusaciones de corrupción

El año pasado, el gobierno de la provincia de Guizhou inició una investigación sobre sus acciones que condujo a su condena por mal comportamiento y corrupción. Los informes indicaron que Zhong aceptó sobornos y que desde su posición privilegiada favoreció a algunas empresas con contratos gubernamentales lucrativos. La exfuncionaria fue sentenciada a 13 años de prisión y multada con un millón de yuanes (alrededor de 140.000 dólares) por mala conducta y por aceptar sobornos por casi 60 millones de yuanes, algo más de 8,5 millones de dólares.

Arrepentimiento

En enero de este año, un canal de radio y televisión regional produjo un documental que reveló los aspectos preocupantes de su carrera. En el documental, Zhong expresó su arrepentimiento. "Me avergüenzo de mis actos", manifestó. "Cuando tomas algo que no te pertenece, eso acabará destruyéndote", agregó.

Zhong reconoció que su deber como funcionaria pública era el de fomentar un entorno justo y equitativo para el desarrollo del mercado. "Mi corrupción surgió de la creencia errónea de que necesitaba cultivar algunos empresarios de confianza para que me ayudaran a manejar cuestiones políticas", expuso.

La exfuncionaria también reflexionó sobre su educación y señaló que, después de conseguir trabajo en la administración, sus padres preparaban un plato sencillo de verduras y tofu hervido cada Año Nuevo chino. "Me decían que mi trabajo y mi vida debían reflejar la limpieza y pureza de ese plato. Yo me lo comía, pero nunca hice caso a sus consejos", afirmó.