Este lunes ha arrancado uno de los días más importantes de la sexta visita del presidente de Argentina, Javier Milei, a EE.UU., a donde llegó el domingo.
A primera hora de la mañana participó en la apertura de la jornada bursátil de la Bolsa de Valores de Nueva York, la más importante del mundo, donde ha tenido el honor de tocar la campana que da comienzo a las operaciones.
Lo ha hecho tan solo unas horas antes del encuentro previsto para las 12.30 (hora argentina) con el empresario multimillonario Elon Musk, en la que será su tercera cita, tras las mantenidas en la planta de Tesla en Texas y en el Instituto Milken, en Los Ángeles.
Esta reunión estará marcada por las tensiones que ambos mantienen en la región latinoamericana, principalmente con Brasil. Milei ya ha mostrado reiteradamente su desconfianza con el presidente brasileño Luis Inácio 'Lula' da Silva; mientras que Musk se encuentra enzarzado en asuntos con los tribunales de ese país.
Así, la red social de la que es propietario el magnate, X, ha sido suspendida en Brasil por orden judicial y se ha decretado el bloqueo de los bienes tanto de X, como de Starling, empresa también propiedad de Musk.
Milei tiene previsto participar por primera vez en el debate de la Asamblea General de Naciones Unidas dando un discurso del que de momento no han trascendido los principales ejes, aunque se estima que criticará ampliamente los objetivos de la Agenda 2030 y lanzará guiños a EE.UU., en detrimento de su principal rival en el ámbito económico, China.
A pesar de esta importante cita, se estima que el encuentro con Musk será el más importante de todos en la agenda del presidente argentino, que también tiene previsto un breve encuentro con el Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU. y sendas reuniones con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, además de recibir a empresarios de diversos sectores.
Milei y Musk han mostrado su sintonía en reiteradas ocasiones y el empresario ha exhibido públicamente su apoyo al político.