Parlamentarios de varios partidos españoles, particularmente Sumar —socio del Gobierno—, se desvincularon de la postura del presidente Pedro Sánchez y decidieron asistir a la toma de posesión de la mandataria electa de México, Claudia Sheinbaum.
El Ejecutivo que lidera Sánchez, con miembros de Sumar incluidos, anunció que no asistirá al evento dado que México no invitó al rey Felipe VI, jefe de Estado español. Una resolución del dignatario saliente, Andrés Manuel López Obrador, respaldada por Sheinbaum, al no haber obtenido una disculpa oficial del reino de España por los "agravios causados" durante la Conquista.
En cambio, legisladores que militan en varias agrupaciones nacionalistas, como el grupo vasco Euskal Herria Bildu (EH Bildu), o el izquierdista Podemos, antiguo aliado del Gobierno, sí estarán en la asunción del próximo 1° de octubre, reseñó la agencia EFE.
"La verdad, personalmente no me gusta [esta decisión]", respondió a la prensa local el portavoz del oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el Congreso, Patxi López. "Hay una posición oficial del Gobierno español que es muy coherente", añadió.
Un "servilismo monárquico insoportable"
Gerardo Pisarello, dirigente de Sumar y secretario primero de la Mesa del Congreso, será la cara más visible que estará en México e indicó que lo hará para "contribuir a restablecer esas relaciones diplomáticas con normalidad".
Pisarello recordó que las autoridades mexicanas sí invitaron a Sánchez, por lo cual si no hay ningún representante español "sería un nuevo desaire que lo único que haría es dificultar las relaciones".
Por su parte, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, afirmó que el jefe del Gobierno español "se está esquivando" e incluso lo acusó de aplicar un "ejercicio de servilismo monárquico insoportable".
Curiosamente, en la oposición, el líder del derechista Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, consideró "lógica" la inasistencia, calificó de "falta de respeto" el petitorio mexicano, así como una "provocación inaceptable".